Desde que el gobierno nacional dio comienzo con el proceso de actualización tarifaria, en el marco de lo que en un principio se denominó un “sinceramiento de la economía”, las facturas de gas ya experimentaron cinco aumentos consecutivos, que provocaron que para los usuarios residenciales de Mar del Plata y Batán el precio del metro cúbico de gas registrara una suba promedio del 4.833% con respecto al valor que se encontraba vigente a fines de 2015.

Así surge de analizar el contenido de cada una de las resoluciones a través de las cuales en Ente Nacional del Gas (Enargas) autorizó a la empresa Camuzzi Gas Pampeana a aplicar nuevos cuadros tarifarios sobre los clientes entre los cuales distribuye su servicio.

La primera de esas subas se implementó mediante la Resolución 3732 dictada el 31 de marzo de 2016. Sin embargo aquella medida fue anulada en agosto de ese mismo año por la Corte Suprema.

De inmediato el Ministerio de Energía de la Nación, en aquél momento a cargo de Juan José Aranguren, convocó a una audiencia pública que derivó en el dictado de la resolución 4048, por la que Camuzzi quedó autorizada a aplicar, ahora sí, un nuevo cuadro tarifario ligeramente distinto al que se había pretendido implementar con anterioridad.

De este modo y tras varios años de congelamiento, el valor promedio del cargo fijo tuvo para los usuarios residenciales de Mar del Plata y Batán una suba promedio del 866% y el del metro cúbico del gas del 1687%.
No obstante en aquél momento, por orden de la Justicia, en ningún caso los aumentos pudieron superar un tope del 400%.

Lo cierto fue que a partir de entonces el gobierno convocó a otras cuatro audiencias públicas para debatir nuevos aumentos, luego de las cuales, en todos los casos se autorizó a las empresas distribuidoras a avanzar con distintas subas.

Dos de ellas se implementaron a lo largo de 2017 y entraron en vigencia el 1 de abril y el 1 de diciembre de ese mismo año.

Las dos restantes vieron la luz durante 2018, para comenzar a implementarse a partir del 1 de abril y desde el pasado 5 de octubre.

Si bien el impacto de cada una de esas medidas resultó dispar debido a razones de estacionalidad y por el hecho de que la metodología de facturación subdivide a los clientes en distintas categorías según sus niveles de consumo, en Mar del Plata y Batán las organizaciones de defensa de los derechos de los consumidores suelen prestar especial atención a los valores que se aplican sobre los clientes R3-2.

Según le explicó a LA CAPITAL el titular de la ong Consumidores Argentinos, Sergio Procelli, esta categoría reúne a la mayoría de los usuarios residenciales del distrito, motivo por el cual, generalmente es utilizada para tener una noción sobre cuál es el efecto que los aumentos tarifarios tienen a nivel local.

En base a ese dato, LA CAPITAL analizó de qué manera pudo haber evolucionado el valor de las facturas de un cliente de la categoría R3-2 no alcanzado por la “tarifa social” desde 2015 a la fecha, consumiendo siempre 500 meros cúbicos de gas por bimestre.

En base los valores del cuadro tarifario vigente a fines de 2015, este tipo de usuarios bien podría haber recibido para aquella fecha una factura por un monto total de $128,7 con impuestos para, a partir de octubre de 2016, pasar a recibir una factura de $2.036,21, aunque en este caso, limitada por el tope judicial.

A partir de entonces y en función de la aprobación de los cuatro nuevos cuadros tarifarios subsiguientes, el precio del servicio fue sufriendo nuevas subas.

Así, a partir del 1 de abril de 2017 el valor de la factura del mismo usuario pudo haber alcanzado a unos $2519 y a partir del 1 de diciembre a unos $3305, siempre bajo el supuesto de permanecer en la categoría R3-2 y en base a un consumo de 500 metros cúbicos por bimestre.

En tanto que, manteniendo los mismos parámetros, el valor de la factura pudo haber registrado una cifra de $4.288 desde el 1 de abril de 2018.

Ahora, a partir de la entrada en vigencia del nuevo cuadro tarifario, esa misma factura podría tener un precio aproximado de $5.820, registrando una suba del 4422% en comparación con los valores de fines de 2015.