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Policiales 12 de mayo de 2016

La Villa Aimone se salvó por poco de quedar envuelta en llamas

A una medianera de distancia de Caromar, la histórica vivienda de Falucho y Jujuy fue afectada por el fuego, el calor y el humo. "Hay paredes rajadas, mucho hollín y muchas pertenencias que he perdido", dijo su propietario.

Tras permanecer evacuados en el Cuartel de Bomberos o junto sus familiares y amigos, quienes viven en las inmediaciones de la distribuidora Caromar regresaron ayer a sus casas. Uno de ellos, César Ardán, se encontró con las paredes rajadas, vidrios rotos, el galpón de las herramientas calcinado y con varias pertenencias arruinadas por el fuego, el calor y el humo.
Su casa se ubica en la esquina de Jujuy y Falucho, justo al lado del establecimiento incendiado.
Se trata de la Villa Aimone, una vivienda centenaria que forma parte del listado de bienes de interés patrimonial de Mar del Plata.
“Mi casa está habitable, pero hay otras que están bastante más estropeadas”, le contó a la prensa ayer a la mañana, cuando regresó para evaluar la situación y tratar de recomponerse.
Aparentemente la propiedad no sufrió ningún daño estructural, aunque eso será evaluado con el correr de los días.
“Estoy recorriendo y veo que hay paredes rajadas, mucho hollín y muchas pertenencias que he perdido”, aseguró Ardán. El hombre lamentó sobre todo haber perdido todas las herramientas con las que solía trabajar como pasatiempo.
Según contó, en la noche del martes él y su mujer escucharon fuertes explosiones.
Ardán abandonó el televisor, salió al jardín y ahí vio cómo el galpón de la distribuidora ubicado junto a su casa ya estaba envuelto en llamas.
“Lo único que hicimos fue salir a la calle con las perras y mirar cómo evolucionaban los acontecimientos. No había otra cosa que hacer”, contó.
“Fue terrible, había mucho calor y mucho ruido por las explosiones”, recordó.
Ardán explicó que pese a estar a apenas una cuadra de distancia, los bomberos “tardaron algunos minutos en llegar” y señaló que si bien “las personas pusieron todo para controlar la situación se notó que faltaban elementos de trabajo”.
“Se notaba la falta de recursos materiales. Uno piensa que debería haber disponibles toneladas de agua, pero nos sorprendió ver que traían agua con otro camión para abastecer a la autobomba. Esto tal vez se podría haber resuelto más rápido porque estamos a apenas 70 metros del cuartel. No hubo mala voluntad del personal, sino que los elementos eran pocos”, opinó.



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