El sabotaje o cualquier causa intencional fueron descartados preliminarmente como origen del incendio que arrasó el martes por la noche con el almacén mayorista Caromar.
Así se desprende de la inspección efectuada durante la mañana de ayer por especialistas que recorrieron la ruinas aún tibias del autoservicio de artículos de limpieza y papelería ubicado en Falucho y Salta.
Aunque el informe está reservado para la Fiscalía de Delitos Culposos y recién se concluirá hoy con una nueva visita al lugar del incendio, trascendió que debería descartarse cualquier posibilidad de un origen intencional del fuego.
Ayer a la mañana efectuaron tareas de observación y análisis el especialista de siniestros del Cuartel Central, Alejandro Damore, y el loboratorista Gustavo Cisneros, de Policía Científica. Mañana también recorrerán las instalaciones afectadas por el incendio para obtener una visión definitiva.
El almacén mayorista contaba con seguridad nocturna e incluso uno de los vigiladores fue el encargado de dar aviso a los Bomberos del comienzo del incendio. “Era un lugar muy seguro por las noches y la posibilidad de que el incendio comenzara intencionalmente desde el exterior es mínima”, explicó una fuente a LA CAPITAL.
La recorrida por las ruinas y el análisis de fotografías, además del testimonio a diferentes personas, servirán para darle forma definitiva al informe pericial que, según el jefe de Bomberos, Alberto Gabba, podría insumir hasta más de una semana. “Se deben analizar distintos indicios, hay fórmulas y toda la experiencia de los especialistas”, indicó Gabba.

La labor de
los bomberos

El 2º jefe del cuerpo de bomberos de Mar del Plata, comisario Pablo Polarolo, recordó la tarea que se desarrolló minuto a minuto. “El primer llamado ingresó por el 911 pasados 4 minutos de las 21”, y afirmó que “teniendo en cuenta que el cuartel se encuentra a pocos metros de la distribuidora afectada, la primera unidad se hizo presente a los 40 segundos no obstante lo cual el incendio ya se había declarado por lo que se requirió apoyo a los 9 cuarteles de bomberos de la ciudad y al de la Prefectura Naval Argentina. Esto permitió atacar las llamas por tres flancos principales: uno, con tres líneas de mangueras, por Falucho, otro con dos, por Jujuy y el restante, también con dos líneas, por la calle Salta”.
“El objetivo primario, que requirió unas seis horas de trabajo, se dificultó por la existencia de aerosoles, lavandina y cloro, lo cual generó detonaciones importantes. Se trató de circunscribir el fuego para evitar su propagación a viviendas linderas las cuales resultaron parcialmente afectadas”, remarcó.
Mientras algunas personas abandonaron voluntariamente sus casas, con personal de Defensa Civil se coordinó la evacuación de otras. La Dirección de Tránsito y la Policía Local se encargaron de interrumpir la circulación vehicular y se cortó el suministro de gas en toda la manzana. “Alrededor de las 5.30 de la madrugada el incendio estaba controlado y en una fase final de extinción. Después se pasó a la etapa de enfriamiento y remoción de escombros. Una vez que se constató que en las viviendas linderas no había riesgos de derrumbe, se permitió que los ocupantes volvieran a habitarlas. Los principales daños que sufrieron fueron vidrios rotos y persianas de plástico derretidas por efectos del calor”, señaló.
Posteriormente sostuvo que “de los casi cien bomberos que intervinieron, solamente dos resultaron con heridas leves que no hicieron necesaria su internación.
Así como hubo gente que se autoevacuó, a algunas personas tuvimos que convencerlas de que era aconsejable que abandonaran sus casas. Ayer por la mañana el personal de Camuzzi, tras hacer las constataciones que corresponden en cada caso, procedió a rehabilitar el suministro de gas. La magnitud de la carga calórica que se produjo fue realmente impresionante. Otro tanto ocurrió con la cantidad de aerosoles que explotaron y volaron”, señaló.