Por Marcelo Solari

En 2014 sorprendió a extraños pero no a propios, cuando ganó el Maratón de Buenos Aires en 2h15m28s. Si hasta algún atribulado juez pensó que se había “colado” entre los punteros y lo quiso sacar de la carrera, algo que para bien de todos, no llegó suceder. Pues bien, ahí está Mariano Mastromarino, el “Colo”, más calmo que nunca -si es que una tranquilidad mayor es posible-, recostado en la camilla de Sports Center, en la recta final de la puesta a punto para correr la edición 2018 de los 42K porteños.

El y María de los Angeles Peralta, ambos atletas olímpicos, serán los emblemas marplatenses de elite en la multitudinaria prueba que se largará el domingo, a las 7, y pasará por sitios icónicos de la capital de los argentinos.

Como es costumbre, los dos atletas vienen de un exigente proceso de preparación en la salteña Cachi, y hoy mismo viajarán hacia Buenos Aires.

-¿Cómo fue la preparación en Cachi?
-Muy bien. Arrancamos hace ocho semanas. Después de las primeras tres, volvimos a Mar del Plata 10 días, corrimos la media maratón de Buenos Aires (Mastromarino quedó tercero en el Campeonato Argentino) y esa misma tarde nos fuimos por otras tres semanas a Cachi. Hicimos muy buenos entrenamientos y nos sentmos muy bien. Ahora falta levantarse bien el domingo.

-¿Viene bien esa pausa para descomprimir tanta exigencia?
-Obviamente, es bueno venir acá, para estar con la familia. Tres semanas afuera, sin tu hija, sin tu señora, se hace dificl, no solo para mí, que estoy allá, sino también para ellas. Por eso, siempre es bueno ese paréntesis que hacemos en el medio, para cargar un poco las pilas y volver a irnos. Es fundamental esa pausa cerca de los afectos.

-¿Qué objetivos te planteás para este maratón?
-Es también Campeonato Sudamericano, así que obviamente vamos a intentar estar entre los tres primeros a nivel continental. Pero también es una buena oportunidad como para conseguir la marca mínima para los Juegos Panamericanos, así que la idea es correr abajo de las 2 horas y 16 minutos. Si lo conseguimos, vamos a estar peleando ahí el Sudamericano.

-¿Esa es la marca mínima para Lima?
-Exacto. Es una marca que ya conseguimos en varias oportunidades, pero siempre es difícil volver a hacerla. Espero poder lograrlo otra vez.

-Si bajás las 2h16m también vas a estar cerca de tu mejor tiempo…
-Sí, tengo 2h15m26s. Sé que puedo lograrlo, aunque cada maratón es distinta. El clima va influir mucho. Esperemos que el domingo amanezca lindo y se pueda hacer una buena carrera.

-Buenos Aires es una carrera bastante plana, donde se pueden hacer buenos tiempos. Pero es en Berlín donde siempre se logran las mejores marcas. ¿Por qué?
-Porque es todavía más llano que Buenos Aires, donde hay unas pequeñas subidas. Y si el clima alemán acompaña, se dan dos factores propicios para hacer buenos tiempos. Es el circuito más rápido, sin lugar a dudas. De los últimos 10 récords del mundo, ocho se hicieron ahí. Algo especial tiene ese trazado. Y lo que vimos el último domingo fue algo sensacional, de otro mundo (en alusión al nuevo récord que estableció el keniata Eliud Kipchoge, de 2h01m39s). Me quedé con las ganas de ir a Berlín este año, pero teníamos que correr en Buenos Aires para intentar clasificar para el Panamericano. En otra ocasión estaremos allí.

-¿Cuál es la cantidad ideal de maratones que se pueden correr por año?
-Diría que dos, bien entrenados. Porque se necesitan cuatro/cinco meses de preparación, más el mes de recuperación. No dan los tiempos. Se pueden hacer tres, pero una hay que encararla más relajado, con menos entrenamiento.

-La pregunta apuntaba a que en noviembre está el maratón de Mar del Plata…
-No creo que corra los 42K. Seguro que no. Si llego a correr, como es mi intención, muy probablmente lo haga en los 21K. Hay muy poco tiempo de reucperación entre los 42K de Buenos Aires y los 42K de Mar del Plata.

-¿Ya pensás en Tokio 2020?
-Es el objetio a largo plazo. Todo lo que estamos haciendo es con vistas a los Juegos de Tokio. Pero antes tenemos estos pasos previos. El Panamericano de Lima, el Mundial en Qatar, así que le apuntamos a esos dos. Para estos Juegos Olímpicos se cambió la forma de clasificación. Ya no es por marca, sino por puntos. Tal vez es un poco más díficll, porque casi que obliga a hacer carreras en el exterior, que tal vez entregan más puntos. Entonces la clasificación a Tokio vamos a tener que pensarla un poco más que la clasifición a Río 2016.

-¿Algo que quieras decir antes de volver a viajar?
-Simplemente agradecer a las personas que están con uno. Los principales, la familia, que se banca estos proceso de enrenamiento, carga y viajes. Y también a los entrenadores, los amigos y el equipo de trabajo que tanto nos cuida.