El tenso debate entre Jimena Barón y Mirtha Legrand
La artista fue invitada a la mesa de la diva de los almuerzos y protagonizaron un cruce sobre el aborto legal y los casos de abuso sexual dentro de la Iglesia.
Jimena Barón fue invitada al programa de Mirtha Legrand, donde la diva se mostró molesta porque la joven artista usaba el pañuelo verde, a favor del aborto legal, seguro y gratuito. Allí protagonizaron una tensa confrontación.
La “Chiqui” es una de las figuras públicas que mantiene una postura contraria al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Mientras en nuestro país se debatía y votaba la ley, Mirtha mantuvo tensos cruces con distintos invitados en su mesa, que se mostraban a favor. Esta vez, Barón no fue la excepción.
Jimena, que está a favor del aborto legal, decidió asistir al programa con el pañuelo verde que suele utilizar. Al advertir esto, la conductora manifestó: “Ahí te veo con la… Yo soy celeste, pero te respeto. Respetame vos a mí”, arrancó diciendo Mirtha. “No puedo respetarte. O sea, no puedo respetar aquello que va en contra del respeto hacia las mujeres”, precisó Barón.
Ante esto, Legrand buscó justificar su posición desde su fe católica: “Yo tengo mi forma de ser, soy católica practicante y no voy a cambiar”, afirmó la diva.“Yo también soy católica”, fue la respuesta de Jimena, a lo que Mirtha manifestó:“la Iglesia está en contra”.
“La Iglesia es un desastre hoy en día”, dijo la actriz, mientras Mirtha negaba la afirmación de la cantante:“¿Lo que está pasando con la Iglesia? ¿Con los obispos, las violaciones?”, cuestionó la artista. Ante esto, Mirtha lanzó una polémica frase, que dejó perplejos a los invitados: “Pero eso existió siempre”.
Rápidamente, Jimena la cuestionó:“¿Y entonces lo vamos a naturalizar?”, aunque la respuesta de Legrand fue intentar volver al tema del aborto: “No, yo no cambio mi forma de pensar”.
La discusión entre Mirtha y Jimena trascendió a las redes sociales, donde cada una de ellas ganó el apoyo y rechazo de distintos usuarios. Este chispazo, también se da en medio de una campaña que viene tomando fuerza, “Iglesia y Estado, asuntos separados”, y la ola de casos de abuso sexuales a menores de edad por parte de hombres de la Iglesia.