Yazmín nunca fue abusada y las lesiones fueron en el hospital
Se conocieron los argumentos del fallo que absolvió a los padres de la bebé muerta en octubre de 2016. Los jueces entendieron que el médico que hizo la autopsia aportó conclusiones equivocadas.
Héctor Picart y Lucía Sosa, la pareja absuelta.
Las lesiones que presentaba la bebé Yazmín y por las cuales sus padres Héctor Picart (54) y Lucía Sosa (35) sufrieron una detención de casi dos años fueron provocadas por el tratamiento médico de urgencia para salvarle la vida.
Así surge de los fundamentos que se conocieron hoy de la sentencia absolutoria dictada días atrás por los jueces del Tribunal Oral N°3, Juan Manuel Sueyro, Mariana Irianni y Fabián Riquert.
En el fallo las principales críticas recayeron sobre el médico legista Omar Cerillano, encargado de realizar la autopsia, quien para los jueces “partió de premisas equivocadas y se pronunció de esa manera cuando elaboró sus conclusiones. Las lesiones fueron causadas en el tratamiento médico, por consiguiente, resulta absolutamente falso que hayan resultado de un maltrato infantil”.
Picart y Sosa fueron acusados de maltratar a su hija hasta la muerte pero además de abusar sexualmente de ella, debido a que el médico Cerillano había informado una “injuria anal”.
La supuesta lesioón ano-genital que el médico autopsiante confirmó, para los demás profesionales fue una dermatitis del pañal, y el examen histopatológico desechó la “injuria anal”. También Cerillano informó sobre “traumatismo de la víscera hueca”, pero el informe macro y microscópico no reveló ello.
“Según parece, el ojo del doctor Cerillano informó sobre lo que microscopicamente no pudo detectarse”.
Ante este cuadro para los jueces no existieron dudas: no se probó el abuso sexual impuesto por la fiscal María Isabel Sánchez desde el inicio de la investigación y que fue sostenido en el juicio por el fiscal Fernando Berlingeri. Justamente, Berlingeri se limitó a escuchar las ponencias de Cerillano, de los médicos del HIGA y de las tres médicas de la Asesoría Pericial de La Plata, quienes convocadas por la defensora María Laura Solari echaron luz sobre las conclusiones científicas.
No obstante, Berlingeri hizo reserva para apelar porque “me parece que algunas aseveraciones de Cerillano no fueron desmentidas y hasta creo que hubo algunas malas interpretaciones de sus conclusiones”.
Las lesiones externas
El juez Sueyro inició a exponer los argumentos del fallo absolutorio con la pregunta fundamental: ¿está probada la existencia del hecho motivo de la acusación? Lo primero que respondió el magistrado, con el acompañamiento de sus colegas, fue sobre las lesiones externas. “Nadie discutió que esas lesiones estaban en el cuerpo de la niña cuando el doctor Cerillano practicó la operación de autopsia. Lo que interesa conocer es si estaban o no cuando su padre la llevó al Hospital Interzonal General de Agudos, pues los acusados, desde entonces, no contaron con posibilidad para causarlas”, planteó.
Lo que surgió del análisis de los distintos médicos fue temerario porque los padres de la bebé, además de cargar con el dolor de la muerte de su pequeña hija -la segunda en tres años- tuvieron que soportar la acusación de ser los asesinos. Sin embargo, todo avanzó indetenible por una mala apreciación del médico forense. “A todos los profesionales se les preguntó sobre las lesiones que aparecen en las fotografías de autopsia -dice el fallo-; sobre la excoriación lineal que está abajo de la axila izquierda, la excoriación en la muñeca izquierda, la esquimosis en el pie derecho, la excoriación en el antepie derecho, las ampollas en la pierna derecha y la excoriación sobre una de esas ampollas. Todos coincidieron en que, salvo la del tórax, fueron generadas en el tratamiento de emergencia”.
En ese sentido se explicó que en “la herida en el tórax, hubo discrepancia entre el médico autopsiante y las médicas platenses. Las tres mujeres profesionales dieron la posibilidad de que haya sido causada por la paleta del desfibrilador”. También los jueces sostuvieron que podía tratarse de una intervención en el HIGA, cuando fue atendida de urgencia en un primer momento. “No se puede descartar -que fue realizada, dijeron- cuando le cortaron la ropa, por su característica lineal y porque no se diferencia de las lesiones leves que todos hemos sufrido alguna vez al manipular tijeras o cuchillos”.
Esto demuestra que “el médico Cerillano partió de premisas equivocadas y se pronunció de esa manera cuando elaboró sus conclusiones. las lesiones fueron causadas en el tratamiento médico, por consiguiente, resulta absolutamente falso que hayan resultado de un maltrato infantil”.