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Salud 8 de mayo de 2016

By pass gástrico: mitos y verdades

por Lucía Toninello

No cualquier persona obesa puede someterse a una cirugía bariátrica o by pass gástrico, ya que requiere que el paciente comprenda que cambiar su estilo de vida “es fundamental para el éxito del tratamiento”, afirmaron especialistas, que aseguraron que “si uno no es capaz de manejar sus emociones y su relación con los excesos, seguro fracasará”.

El by pass gástrico forma parte de un conjunto de procedimientos quirúrgicos que se agrupan bajo el concepto de “cirugía bariátrica” o “cirugía de la obesidad”. Consiste en achicar el estómago para generar reflejo de saciedad con menor volumen de alimentos y derivar el contenido a un sector más alejado del intestino delgado, evitando así la absorción de grasas, principalmente.

“Este procedimiento ganó popularidad en el ambiente científico en las últimas décadas, ya que el uso de la cirugía laparoscópica o mínimamente invasiva redujo notablemente las complicaciones derivadas del difícil manejo de los pacientes obesos, aunque no por ello debe banalizarse ya que sigue considerándose un procedimiento de cirugía mayor”, explicó a Télam María Virginia Busnelli, médica especialista en endocrinología, metabolismo y nutrición.

Ante la noticia de que la hija mayor del conductor Jorge Rial, Morena (17), tomó la decisión de someterse a ese procedimiento para bajar de peso, el jefe de gastroenterología y nutrición pediátrica del Hospital Austral, Francisco Follet, señaló que en la Argentina no hay una indicación clara para su indicación antes de la edad adulta.

“A los 17 años se está en el límite, por lo que todo depende del equipo que la atienda para garantizar buenos resultados”, explicó y agregó que para que el procedimiento sea exitoso “debe hacerse en pacientes motivados y capacitados emocionalmente, porque después de la operación hay que seguir una dieta, tomar suplementos vitamínicos y tener una muy buena adherencia”.

Esas características “son muy difíciles de lograr en un adolescente, pero siempre depende de la historia de la persona”, aclaró en diálogo con esta agencia.

“Los centros de cirugía bariátrica más prestigiosos del mundo indican la cirugía a pacientes que han alcanzado la mayoría de edad, pero en casos muy seleccionados, en donde las enfermedades asociadas o el elevado índice de masa corporal constituyen un riesgo para la vida, puede estar indicado en adolescentes”, completó Busnelli.

La nutricionista Mónica Katz acordó: “La indicación es en mayores de 18 años, pero luego debe verse caso por caso”.

“Desde lo emocional es imprescindible el tratamiento psicológico y de ser necesaria la utilización de psicofármacos. El cambio de esquema corporal, si bien es deseado, implica ajustes enormes pues un cuerpo obeso ha sido incorporado como parte de la identidad”, remarcó la también fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Municipal Carlos Durand y directora de los Cursos de Posgrado de Nutrición de la Universidad Favaloro.

En cuanto a las cuestiones físicas, el cardiólogo Jorge Tartaglione precisó a Télam que no todos los pacientes con sobrepeso u obesidad pueden hacerse un by pass gástrico: “La cirugía se indica en pacientes cuyo índice de masa corporal (IMC, que indica la relación entre peso y altura) sea mayor a 35 y haya además algún factor de riesgo asociado, como diabetes, hipertensión arterial o colesterol muy elevado”.

“Cuando el IMC es mayor a 40 no hace falta que haya factores de riesgo asociados y se puede indicar directamente”, señaló y agregó que desde el punto de vista cardiológico es una cirugía “muy útil”.

Tartaglione enfatizó que el procedimiento no cura la obesidad y que el paciente puede recuperar parte del peso si no se adapta al cambio de estilo de vida posterior a la cirugía: “Por eso es tan importante la estabilidad emocional”, completó.

“La cirugía no es mágica, el paciente debe ser reeducado y entender que el cambio en su estilo de vida es para siempre. Si no entiende que luego de la cirugía ya no podrá ingerir grandes volúmenes de alimentos, si no aprende que cuando su estómago sienta saciedad debe dejar de comer y si no es capaz de manejar sus emociones y su relación con los excesos, entonces seguro va a fracasar”, sentenció Busnelli.

Télam.