En otra semana ajetreada para la educación pública, en la que casi todos los días hubo reclamos por cuestiones salariales o de infraestructura y se produjo la toma del Consejo Escolar, concejales de diversos bloques manifestaron su preocupación a través de proyectos de ordenanza y comunicación.

El martes, la comisión de Educación, presidida por el radical de Cambiemos Mario Rodríguez, presentó una comunicación para solicitarle a la Dirección Provincial de Cultura y Educación “la adopción de medidas a fin de solucionar problemáticas referidas a infraestructura y el servicio alimentario para establecimientos educativos del distrito”.

Un día después, Mercedes Morro (1País) presentó un proyecto de ordenanza para que el Ejecutivo municipal solicite a la Dirección de Escuelas que se dote a todos los establecimiento educativos del partido de detectores inteligentes de emisión de monóxido de carbono y otros gases, y que se instalen sistemas de regadores contra incendio “y todo otro mecanismo o sistema de prevención”.

La concejala también solicitó “que se establezcan acciones y políticas de desarrollo por parte de las escuelas técnicas del partido de sistemas de prevención y anticipación de riesgos estructurales y personales”.

El pedido es una consecuencia de la explosión del 2 de agosto en una escuela de Moreno, que dejó dos muertos. Para Morro, ese hecho “debe configurar un antes y después en la construcción, mejora y adecuación a parámetros eficientes de seguridad y prevención en toda obra pública que el Estado, en cualquiera de sus formas, ejecute y que estén destinadas al uso público”.

La caldera de la primaria 20, por cuyas pérdidas se suspendieron las clases en el establecimiento.

Por su parte, Marina Santoro (Unidad Ciudadana) presentó otra comunicación para que la Secretaría de Educación municipal pida información a autoridades provinciales sobre las actuaciones realizadas o previstas en la secundaria 23.

La concejala señaló que la losa del hall del primer piso vibra cuando los alumnos circulan sobre ella. “Ante este estado de situación, la comunidad educativa en su conjunto no cree que las garantías de seguridad necesarias estén dadas para el normal funcionamiento de la institución”, indicó.

Esta semana, la sucesión de reclamos comenzó el martes, cuando la directora de la primaria 20, de Castelli casi San Juan, Verónica Profiti, confirmó la suspensión de clases por pérdidas de gas de la caldera del establecimiento. Fue el mismo día en que hubo un “frazadazo” de estudiantes del Instituto de Formación Docente N° 19, de Almafuerte 565, por falta de medidor de gas.

El miércoles hubo una protesta en Batán por el deterioro del edificio de la primaria 7, a lo que se sumó un masivo “abrazo” a la Universidad nacional de Mar del Plata ante el recorte presupuestario. El jueves las protestas volvieron a tener formato de “frazadazo”. Fueron en la secundaria 16 del barrio Alfar y la secundaria 1, conocida como “La Piloto”. En esa misma jornada, estudiantes de diversos establecimientos iniciaron una toma del Consejo Escolar que todavía continúa.

El “abrazo” a la Universidad, el miércoles. Fue masivo.