“Buscamos mostrar a Walsh en todas sus facetas”, indicó Jorgelina Nuñez, coordinadora de la muestra “Los oficios de la palabra” que está dedicada al periodista y escritor Rodolfo Walsh. Desde el martes pasado, la exposición puede recorrerse en la sede de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Mar del Plata, ubicada sobre la calle Peña casi Funes (hasta el 28 de agosto, abierta de 10 a 18).

Uno de los ejes de la muestra, que organizó la Biblioteca Nacional y que llegó a esta cuidad antes de su desembarco en la localidad de Bahía Blanca, es la investigación sobre “Operación Masacre”, libro en el que relata los fusilamientos a militantes peronistas en basurales de José León Suárez, durante la Revolución Libertadora, y que abrió las puertas de un nuevo género, la no ficción.

“Antes de ser un libro, la investigación estuvo reflejada en otras revistas, de las cuales la revista Mayoría es la que exponemos en la muestra. Ahí publicó la serie completa de la investigación que son nueve notas”.

A su vez, ese apartado de la muestra expone las pruebas de galera de la tercera edición de Operación Masacre “corregidas de puño y letra por Walsh y también están las cuatro ediciones fundamentales, la del 57, 64, 69 y 72, esas cuatro ediciones son fundamentales porque en cada una de ellas se hicieron modificaciones, correcciones, supresiones, agregados, aportó nuevos elementos de la investigación, y además cada edición tiene la particularidad de que, de alguna manera, dialoga con el contexto político del momento. No es lo mismo la edición del ’57 que la del ’72”, agregó Nuñez, quien integra el equipo de trabajo de la programación cultural de la Biblioteca Nacional.

Además de contener la famosa carta a la Junta Militar, texto de enorme compromiso político escrito antes de ser asesinado el 25 de marzo de 1977, esta muestra expone las cartas que el mismo periodista le escribió a su amigos y en las que cuenta sobre las muertes de Francisco “Paco” Urondo y su hija.

También recorre la exposición el Walsh escritor, traductor y antólogo. “Intentamos mostrar que Walsh se destacó profesionalmente en todos los oficios que ejerció”, dijo la coordinadora, quien estuvo en Mar del Plata para asistir a la inauguración de la muestra.

– ¿Cómo fue el trabajo previo de la muestra, la familia aportó objetos?

– La convocamos a Patricia Walsh pero nos dijo que no tenía nada (de su padre), absolutamente ningún elemento personal de él, no quedó nada ni de sus escritos, ninguna pertenencia porque, por un lado Walsh era un hombre de muy pocas pertenencias y por el otro, en la última etapa de su vida el cambiaba de domicilio frecuentemente, se movilizaba con pocas cosas y por último porque las pocas cosas que tenía estaban en su casa de San Vicente y esa casa fue saqueada después de su desaparición. Teníamos material bibliográfico que estaba en la Biblioteca. Eran las pruebas de imprenta que él corrigió y que pertenecen al archivo de Aníbal Ford, que era íntimo amigo de Walsh. Y por otro lado teníamos las copias de las cartas a los amigos. Por lo tanto no es una muestra personal, no hay manera de hacer una muestra personal en torno a Walsh.

– ¿Se resignifica la figura de Walsh en esta coyuntura?

– Me parece que hay una tendencia a hacer recaer su importancia en la faceta de militante y en la faceta de su periodismo de investigación e intentamos mostrar que Walsh se destacó profesionalmente en todos los oficios que ejerció. Fue un gran traductor, un gran escritor, un gran escritor de ficción, algunos de sus cuentos están en el canon de los mejores cuentos argentinos, fue un gran antólogo y fue un gran periodista. Nos gusta resaltar la importancia integral de toda su figura, se resignifica en términos de lo que para él significaba hacer una investigación de manera muy rigurosa, con una gran obsesión por los detalles y por lo fehaciente de los datos que manejaba, por lo que chequeada que estaba la información que manejaba. En el tiempo de la posverdad resalta todo lo contrario.

– ¿Sigue siendo un imán para las nuevas generaciones?

– No estoy muy de acuerdo con ese tipo de canonización, que las personas se acerquen, que lean, que saquen sus conclusiones a partir de la lectura de su obra, ese culto a su figura sin conocerla es un muy superficial, poco certero, me parece mucho más interesante que se lo lea y que se lo valore a partir de su obra.