MIRAMAR (Corresponsal).- El panorama ganadero en General Alvarado evidencia señales de esperanza hacia el futuro tras años de castigo para los productores. Si bien restan cuestiones por perfeccionar y un crecimiento sostenido para que el progreso sea concreto y con beneficios sustentables, hay señales de un futuro mejor.

Se estima que actualmente existen unas 90.000 cabezas en el distrito, ese incremento no fue explosivo aunque se mantuvo a un ritmo de un 5% anual aproximadamente desde el año 2010.

En los últimos 5 años el rodeo local se incrementó un 25%, aunque todavía falta para recuperar las 115.000 cabezas que había en 1994.

“Las perspectivas son buenas por apertura de nuevos mercados como China o Japón. Creemos que implicará el tan deseado despegue de la producción de carne argentina”, dijo a LA CAPITAL, el presidente de Sociedad Rural local, Raúl Pérez Marino

Cabe mencionar, que hubo una metamorfosis en el esquema productivo desde principios de la década del ‘90 a la actualidad ya que antes era un sistema de producción de novillos y vaquillonas a pasto, en donde la relación de la invernada sobre la cría era de 1,2  y ahora predomina con la misma relación de 0,8 y hasta se llegó a que fuera de 0,6. En cuanto al índice de destete en General Alvarado ronda el 80% que no es malo si se compara con el número nacional del 65%; pese a esto el sector espera seguir mejorando.

No obstante, Pérez Marino resaltó que para que el despegue sea real, deben tenerse en cuenta medidas sanitarias ejemplares: “Para producir más y mejor, los productores no debemos poner reparos, sobre todo en el control y erradicación de enfermedades como la Brucelosis y la Tuberculosis. Si bien los niveles de prevalencia en el país son bajos, hay que trabajar arduamente para lograr eliminarlas tal como se hizo con la Fiebre Aftosa”.

Volver al ruedo   

Tras años de crisis y lucha muchos productores ganaderos debieron resignar su trabajo y dedicarse a otras actividades más rentables como la agricultura, eso produjo un abandono reflejado en las instalaciones y demás infraestructura ligada a la crianza en los campos.

“Lamentablemente muchos se desprendieron de las vacas y les será más difícil volver a la producción ganadera. Igualmente, existen diferentes modalidades de asociación que seguramente harán que las vacas pueblen nuevamente los campos. Otro tema es la infraestructura ya que al irse dejando, los alambrados, aguadas, corrales y mangas sufrieron un gran deterioro, eso también juega en la evaluación”, aclaró el productor ganadero.

“No obstante, incentiva la posibilidad de volver por la apertura de los mercados internacionales y que ello implique mejorar los niveles de rentabilidad como para disputarle hectáreas a la agricultura”, amplió.

Desafío

Con estos parámetros existe cierta sensación de ambigüedad, más que nada por la inversión y la rentabilidad a lograr pero el contexto internacional quizá incentive a aquellos indecisos.

“Hacer ganadería no es una apuesta, sino un desafío. Se avizora un buen momento para encarar a producir en buena cantidad y bien. Así como en la agricultura, la ganadería tiene mucho por demostrar y tecnología a incorporar. Ya no se puede tener vacas improductivas haciendo turismo por el campo”, aclaró Pérez Marino

“En cría hay que poner la vara bien alta y fijarse como objetivo acercarse a destetar un ternero por vaca por año. Para eso hay que trabajar mucho y decididamente sobre cuatro ítems, sanidad, alimentación, reproducción y genética”, expuso el médico veterinario.

Política gubernamental

El dirigente agropecuario también opinó sobre las políticas ganaderas que está llevando a cabo el actual gobierno nacional. “Pienso que se están generando acciones que nuestro sector estaba esperando. Lo digo en plural porque deben ser metodologías comerciales, sanitarias y financieras para acompañar este proceso. Esperemos se vayan consolidando y transformándose en políticas de Estado para que trasciendan los gobiernos futuros”, cerró Pérez Marino