Las autoridades del Club de Pesca de Mar del Plata avanzan hacia la privatización del paisaje marplatense, con la inminente colocación de un enorme cartel publicitario de la firma Quilmes -oportunamente “bajado” cuando se sancionó el Código de Publicidad durante la gestión municipal anterior- y sin contar con la autorización ni del Concejo Deliberante (donde hay un pedido de informes) ni del gobierno municipal o provincial que parecen “pasarse” la pelota en cuanto a responsabilidades en torno a este atropello. El Club de Pesca, que cuenta con un pequeño grupo de socios y que no permite el ingreso gratuito para pescar de marplatenses y turistas -lo cual no sucede en el resto de las ciudades costeras- parece decidir por sí mismo mientras las autoridades registran un llamativo silencio.

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¿Imagina el lector la instalación de un cartel de Quilmes en las Cataratas del Iguazú, el glaciar Perito Moreno o el Aconcagua? Imposible, pero en Mar del Plata sucederá en los próximos días. En el paisaje más bello de la costa argentina, en el único lugar donde las barrancas verdes se relacionan con el mar. “Baja una sierra que se mete en el mar y le van a clavar una publicidad”, se quejó un proteccionista en redes sociales. Sin embargo, este caso pone en evidencia claramente que o el Club de Pesca decide por su cuenta o en realidad cuenta con el aval de la Municipalidad o de la Provincia para esta instalación polémica (aunque nadie se hace cargo), justamente de una marca de bebida alcohólica cuando todas las voces apuntan a imponer la tolerancia cero en materia de alcohol a la hora de conducir.

¿Qué dicen en la Municipalidad local? Oficialmente, hasta el momento, nadie se hizo cargo del tema. Sin embargo, adhieren a la postura de “patearle la pelota” a la Provincia, admiten desde el mismo bloque de concejales oficialistas. “La superficie donde fue ejecutada la obra es jurisdicción de la Provincia y este municipio, sobre territorio provincial o nacional sólo tiene competencia en materia de seguridad, salubridad e higiene”, señala una fuente de la Secretaría de Gobierno. Y añade taxativamente que el Estado municipal “no tiene facultades en este territorio provincial, por lo tanto no tiene injerencia para aprobar o desaprobar la solicitud de publicidad en ese espacio”. Para la Municipalidad está claro que la autorización -que se presume que se debe haber dado ya que las obras continúan- ha sido otorgada por la Provincia.

“No tenemos absolutamente nada que ver con ese cartel”, señalan en tanto desde la gobernación, donde también parecen interesados en determinar quién le dio el okey a los directivos del club para volver a contaminar el paisaje costero. “Tengo entendido que cuando entró en marcha el Código de Publicidad durante la gestión municipal anterior, que prohibía la contaminación visual publicitaria en espacios costeros, el club accedió a acatar la decisión precisamente municipal y bajó el cartel de Quilmes”, explicó. Y añadió que el cartel se encuentra “sobre un bien inmueble que tiene apoyo, no en la línea de ribera sino en un espacio municipal ya que arranca en la playa de administración municipal, con lo cual claramente está alcanzada por disposiciones municipales”.

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“Es muy extraño todo. Acá alguien cometió alguna picardía. Quilmes teóricamente le paga al club para poner ese cartel pero nadie sabe absolutamente nada”, se escuchó en el Concejo, donde un edil también se preguntaba si el restaurante que funciona en el club no cuenta con habilitación municipal. También cabe recordar que hace algunos años se había iniciado un proceso para declarar a la costa marplatense “patrimonio cultural natural”. Se registraron visitas de expertos y de la Comisión Nacional de Monumentos, por lo cual se buscaba eliminar toda polución visual publicitaria en la costa”.

Cabe recordar que la comisión de Obras del Concejo Deliberante aprobó por unanimidad un pedido para que el Ejecutivo informe si está realizando gestiones para que una cervecera vuelva a publicitar su marca en el muelle del Club de Pesca. El proyecto, redactado por la radical Cristina Coria, fue votado a favor por todos los bloques salvo por el de Agrupación Atlántica, la bancada que responde al intendente. Coria recordó además que la ordenanza 19535 convalidó el decreto 1689 dictado por el Ejecutivo el 7 de agosto de 2009, mediante el que “se prohíbe la publicidad estática que impida y obstaculice la vista hacia el mar desde los lugares de circulación vehicular o peatonal en las veredas o paseos correspondientes a toda la extensión del frente costero y zonas de playas dentro de la jurisdicción del partido”.

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La regulación de la actividad publicitaria en el sector costero “tiene por finalidad prevenir la polución visual evitando que incida nocivamente sobre el paisaje costero y marítimo”, apuntó. Y a modo de ejemplo especificó que, en su artículo 39°, el nuevo Código de Publicidad “hace mención a la imposibilidad de implantar cartelería en bienes incluidos en el régimen de preservación patrimonial establecido en la ordenanza 10075”, como el muelle del Club de Pesca. Coria advirtió que una medida que avale la instalación de un cartel publicitario en ese lugar tendría que pasar por el Concejo porque deberían modificarse las ordenanzas vigentes. Queda claro que a los responsables del Club de Pesca las ordenanzas y reglamentaciones en vigencia no les preocupan.

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También la concejal Coria mencionó dos aspectos que a su criterio ponen en evidencia contradicciones del Ejecutivo. Por un lado, en los últimos años promovió normas y acciones para acompañar al pujante sector local de la cerveza artesanal, lo que “no se condice con la intención de instalar un cartel de una marca industrial”. Por otro, el intendente Arroyo impulsa la tolerancia cero de alcohol al conducir y “estaría promocionando su consumo en uno de los puntos de mayor circulación vehicular”. En pocos días, con este panorama de ausencia del Estado, los marplatenses nos levantaremos una mañana y nos encontraremos con el cartel en la mejor postal de Mar del Plata.