Juan Gil Navarro es uno de los actores más queridos, tanto por adultos como jóvenes. Actualmente trabaja en la ficción “100 días para enamorarse” y participa de un capítulo de “Rizhoma Hotel”, junto con Jorge Marrale y Ludovico Di Santo.

El actor dialogó con el portal de noticias Diario Show y se refirió a los desafío de su profesión, las ficciones nacionales y del gobierno actual.

“Mi deseo sería que las historias tengan corazón y que la realización de eso genere un compromiso en todas las partes. Necesitamos a gente que esté concentrada trabajando y no ‘boludeando’ con los celulares en un set. Eso hace que una ficción sea buena y potente”, aseguró el actor.

“Cuando el producto llega a final en la pantalla, si uno estaba paveando se refleja, y si estás concentrado, también. Hay ficciones que llegan de afuera y son impecables. No tienen distracciones en el set y eso se tiene que cambiar”, manifestó Juan. Y agregó convencido: “No podemos seguir pensando que somos grandiosos. La gente que gana mercados en el exterior es extremadamente profesional y no se distrae”.

Además, afirmó que en el país se pueden desarrollar buenas ficciones sin la necesidad de invertir grandes cantidades de dinero, pero se necesita ser “audaz, provocador e innovador”. “No se pueden seguir contando las mismas historias y pensado que ‘Doña Rosa’ es tonta y no lo entiende. ‘Doña Rosa’ se murió porque fue un invento de Neustadt, y la hija de ‘Doña Rosa’ es muy inteligente y mira Netflix”, mantuvo el actor. Y agregó: “Ahora hay que empezar a trabajar para la hija y para la nieta de ‘Doña Rosa’ que miran ficciones de otros lugares. Hay que afinar la puntería y eso es un compromiso”.
En esta misma línea, el actor manifestó que le gustaría poder trabajar y  amar grupos de trabajo que aporten calidad a la ficción nacional, para que sea competitiva en exterior.”Me parece que hay que correr riesgos, no me alcanza solo con contar una historia delante de una cámara”, aseguró.

Por otra parte, Juan Gil Navarro se refirió a la gestión de Mauricio Macri y se mostró preocupado: “No voy a decir nada nuevo. Este Gobierno no tiene rumbo ni tienen hoja de ruta. Hay cosas que se vuelven a repetir y veo que los males en la Argentina son crónicos”.

Además, manifestó que la responsabilidad también es de los ciudadanos: “Existe un adn cultural en donde está bien decir ‘que robe pero que haga’”, dijo.

“Es la primera elección en la cual no voté a ninguno de los dos candidatos porque ninguna de las opciones me resultaba satisfactoria”, concluyó.