Con lo que quedó de la bicicleta de Carlos González, el hombre que falleció en mayo luego de que un auto embistiera a un grupo de ciclistas que circulaba por la ruta 226, Cristian González Oronó, hijo de la víctima, y Mirta González Oronó, su hermana, hicieron ayer uso de la Banca 25 para pedir la implementación de medidas que garanticen la seguridad de quienes circulen en bicicletas por las rutas bonaerenses.

Minutos antes de dirigirse a los concejales de todos los bloques y entregar en mano el bosquejo de la iniciativa al presidente del Concejo Guillermo Sáenz Saralegui, Cristian habló con LA CAPITAL y brindó detalles del pedido que tendrá que ser elevado al área provincial en la materia.

“Vinimos con el propósito de otorgarles en mano el bosquejo de un proyecto con diferentes puntos, que trata la problemática y el incumplimiento de leyes nacionales que exigen la construcción de ciclovías exclusivas en rutas como la 226”, señaló el joven que es, a su vez, entrenador de ciclistas.

Cristian y Mirta González -hijo y hermana del ciclista atropellado en mayo- llevaron al recinto los restos de la bicicleta tras el accidente.

“La cartelería que prohíbe la circulación contradice lo que dice la ley nacional. Hasta que se adecue y se realicen las ciclovías como se debe, tienen que al menos cambiar los carteles de ‘prohibido’ por el de ‘precaución, circulación de ciclistas'”, agregó, asegurando que esto es lo que ocurre en “todas las rutas de la provincia de San Luis y Córdoba”.

En este sentido, la principal demanda de los grupos de ciclistas son medidas que no sólo los protejan, sino que los reconozcan como “actores viales” y fomenten la “conciencia de los demás por respetar sus espacios”.

En este sentido, el proyecto presentado por los familiares de Oronó además de exigir el cumplimiento a la normativa vigente, piden cambios en la señalización, un pedido formal al Ejecutivo para que este incorpore al curso teórico-práctico de educación para la seguridad vial, el eje de concientización sobre seguridad vial para ciclistas y la creación de un protocolo de prevención y seguridad vial, cuyo objetivo será la difusión de días, sitios y horarios de transito de grupos de ciclistas destinado a los conductores de vehículos a efectos de promover su movilidad segura y prevenir su siniestralidad.

Por otra parte, se solicitó que el Concejo Deliberante de General Pueyrredon se dirija a la Dirección Provincial de Política y Seguridad Vial, dependiente de la Subsecretaría de Coordinación Gubernamental del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, “a fines de solicitarle que tenga a bien considerar la posibilidad de habilitar rutas seguras para ciclistas”.

En este caso, los impulsores del proyecto proponen que las rutas cuenten con una señalización especial, tanto al principio como al final del tramo, indicando en caso de ser necesario un nuevo límite de velocidad de velocidad, el horario y los días en los que se aplica y la longitud de dicha ruta.

Además, señalan necesario que esa información se complemente con la señal triangular que alerta de la presencia de ciclistas y un recordatorio para que automovilistas y usuarios de bicicletas mantengan una distancia de seguridad de al menos 1,5 metros.

¿Qué ocurre en otros países?

Consultado por la legislación en otras ciudades, Cristian González Oronó no sólo destacó ejemplos globales sino también localidades nacionales.

“Hay muchos países en el mundo que tienen esto legislado y tienen carreteras seguras con vías exclusivas en días y horarios específicos, algo que también nosotros reflejamos en el proyecto que presentamos. Pero no tenemos que irnos fuera del país. También a raíz de un accidente, en la ruta 55 a la altura de Balcarce se colocaron los carteles correspondientes. Lo mismo en la provincia de San Luis, que todas las rutas están señalizadas con los carteles de “precaución, circulación de ciclistas”; lo mismo en Córdoba. Es algo que se está extendiendo”, aseguró.