SAMARA, Rusia.- Liderada por las zurdas de James Rodríguez y Juan Fernando Quintero, y después de una exhibición contra Polonia (3-0), Colombia se juega su futuro en la Copa del Mundo de Rusia 2018 desde las 11 (hora argentina) contra Senegal, en la tercera y última jornada de un Grupo H con todo por decidir.

Después del traspiés de la fecha inicial, cuando cayó ante Japón (1-2), en un duelo marcado por la tempranera expulsión de Carlos Sánchez a los tres minuetos, el conjunto de José Pekerman recuperó el pulso y la moral con su goleada sobre la Polonia de Robert Lewandowski, a la que, de paso, dejó eliminada.

Calificado, a priori, como uno de los grupos más igualados del torneo, tres de los cuatro equipos del Grupo H llegan a la tercera y definitiva jornada con opciones de llegar a octavos: lo lideran Japón y Senegal, con cuatro puntos cada uno, seguido de Colombia, que tiene tres.
El conjunto sudamericano sellará matemáticamente su presencia en la siguiente ronda si se deshace de los africanos, mientras que un empate podría servirle a ambos si Japón cae ante la selección polaca.

El conjunto de José Pékerman tiene la baja confirmada del centrocampista Abel Aguilar, por “un edema muscular sin hematoma en el abductor izquierdo”. Pero recupera a Sánchez después de haber cumplido la sanción.

Así, el conjunto que llegó a cuartos de final hace cuatro años en Brasil espera replicar en Samara el fútbol mostrado en Kazán, liderado por James y Quintero, apoyado en el poderío defensivo de Davinson y Mina, y confiado en el poder de gol de Falcao.

Senegal necesita afirmar la defensa después de un partido poco convincente contra Japón (2-2), pero sabe que un empate le serviría para estar en la siguiente ronda. El futbolista del Liverpool Sadio Mané, que apenas tuvo algunos destellos en las dos jornadas, volverá a ser la referencia arriba en un ataque caracterizado por la velocidad y el buen toque de balón, con Ismaila Sarr y el jugador del Torino Mbaye Niang.

Japón-Polonia, con los roles cambiados

Japón partía como víctima, la selección más débil del Grupo H, que podía complicarle la clasificación a cualquiera pero quedaba lejos de los pronósticos. Polonia, con su goleador Robert Lewandowski a la cabeza, era la gran favorita. Hoy, en Volgogrado, ambas se cruzan con los papeles cambiados, con el equipo de Inui dispuesto a hacer historia y los de Lewandowski depresivos, con el consuelo mínimo de buscar una victoria que les permita abandonar Rusia con algún recuerdo grato.

Llegan los japoneses lanzados a la tercera jornada, porque su camino ya supera la sorpresa. Si contra Colombia se aprovecharon de un comienzo eléctrico, que les dio un penal y la ventaja de un jugador más desde los primeros minutos, ante Senegal sobrevivieron al huracán físico para sumar un punto que los acercó a la clasificación.El éxito de Japón es, sobre todo, el de Akira Nishino, el técnico que se hizo cargo tan sólo dos meses antes del Mundial y detectó el potencial para jugar al contraataque. Con un punto más, el seleccionado asiático se asegurará su lugar en octavos. Con una derrota podría avanzar, pero necesita un triunfo de Senegal sobre Colombia. Si ganan Japón y Colombia, hay que hacer cuenta por la diferencia de gol entre nipones y africanos.

Todo lo que fueron aciertos en Japón fueron decisiones erróneas en Polonia, que llegaba al Mundial con la esperanza de confirmar las buenas sensaciones que dejó en la Eurocopa. Pero, como en Francia hace dos años, en Rusia le falló Lewandowski.