Su propia historia como productor y como melómano está vinculada a la música de Soda Stereo. Por estos días, Pablo Baldini dice sentir “muchas emociones encontradas” a partir de que se confirmó la llegada del Cirque Du Soleil a Mar del Plata, por primera vez, hecho que sucederá el 3, 4 y 5 de agosto en el estadio Polideportivo Islas Malvinas.

En este original espectáculo, el famoso circo canadiense -que tiene seguidores en todo el mundo- rinde tributo a Soda Stereo, una de las mejores bandas de Argentina y Latinoamérica. El show, que explora el universo poético y musical de la banda liderada por Gustavo Cerati, cuenta con la participación en la parte creativa de los otros miembros del trío, Zeta Bosio y Charly Alberti.

La dirección estará a cargo de Michel Laprise, también responsable del MDNA Tour de Madonna y de “Kurios”, la obra más reciente del Cirque, secundado por Chantal Tremblay, directora creativa de “Love”, el musical sobre los Beatles. Las entradas para “Séptimo Día” ya están a la venta.

– ¿Cómo estás viviendo este momento previo a la llegada del Cirque du Soleil?

– Con gran expectativa, con muchas emociones encontradas. Son muchos años los que llevo trabajando en esto y ahora revivo una etapa maravillosa del rock nacional. Y siendo fanático del Cirque du Soleil desde hace veinte años, viendo en el exterior muchos de sus espectáculos así como también en Argentina. Es un gran desafío trabajar con ellos.

– ¿Fue difícil lograr que la compañía canadiense viniera a Mar del Plata?

– Fue y no fue. La productora asociada PopArt es gente amiga desde que empecé, consecuentes en el tiempo, que no se olvidan cómo fue todo en sus comienzos y ellos tomaron este gran desafío junto con NA, pero entendiendo también el desafío de que Mar del Plata puede y tiene con qué: estará en nosotros en demostrar que lo merecemos.

– ¿Qué opinión tenés como espectador de SéptimoDía?

– Es una tremenda puesta. Son cincuenta toneladas y ciento cincuenta y cuatro motores que tendrá el espectáculo. El Polideportivo tendrá algo interesante, a diferencia del tamaño del Luna Park, por ejemplo. Aquí el escenario estará casi en la mitad del campo de juego y eso hará que no haya nadie a más de treinta o cuarenta metros, esto significa que van a estar todos muy cerca, y lo van a poder palpar.

– ¿Qué es lo más sorprendente del show del Cirque du Soleil?

– La gran expectativa que se creó previamente. Fueron varios factores, como la gran aceptación de las cámaras empresariales, los acuerdos hoteleros, gastronómicos, con las agencias receptivas, la venta de paquetes a otras localidades vecinas, la posibilidad de vuelos aéreos especiales, de Puerto Madryn y quizás de San Juan y Salta. Hay gran expectativa. Se abrió un camino, nunca había pasado con otro show anteriormente.

– Con La Renga hubo desinteligencias con el Municipio. ¿Esta vez fue más fácil negociar con la comuna la cuestión del espacio del Polideportivo?

– No tuve desinteligencias con el Municipio. En todo caso lo que sucedió fue con Provincia y no con la Municipalidad.

Ahora no, fue pragmático y negociable. No es fácil manejar los intereses del Estadio a administrar y, a su vez, apoyar la cultura.

– Fuiste uno de los productores de Soda. ¿Qué shows produjiste y cómo recordás a Soda?

– De Mar del Plata desarrollamos la gran gira de Canción Animal, en los años ’89 y ’90 con dos escenarios en gira, camiones de Platamar del amigo Intelisano, con escenarios de Modumetal otra empresa de Mar del Plata, con un dolar a 10 y se fue a 30 en medio de la gira. Vélez fue el primer estadio para una banda nacional, y varios estadios Superdomos, muy místicos. Mi primer laburo fue en el Rock in Bali, un festival súper recordado donde estuvieron todos: Sumo, Soda, Virus, entre otros.

– ¿Cómo era trabajar con Soda Stereo? ¿Tuviste vínculo con Cerati, cómo era Gustavo?

– Mi mayor vínculo fue con Zeta, aún hoy nos seguimos viendo y compartiendo en familia. Con Gustavo por supuesto, compartí como con Charly la gira Canción Animal, viajando juntos. En ese momento un road manager que hoy maneja Live Nation en Estados Unidos se fue en medio de la gira y tuve que quedarme en parte de ella con esa función. Recuerdo el levantamiento de la Tablada entrando a Buenos Aires, viniendo de un show en la Pampa, Gustavo en ese momento estaba de novio con una chica que era igual a Penélope, la de los dibujitos, era súper cordial, respetuoso y muy tranquilo en gira, un genio. Y como tantos otros se transformaban arriba del escenario en un monstruo del escenario. Los primeros shows de Obras con Signos marcaron también una época para mí, el cambio de sonido, el sonido de la batería. Fue un click en la música nacional: sus looks, los peinados que fueron aplicados en esa época en nosotros también.