El vertiginoso proceso de devaluación por el que viene atravesando el peso comenzó a generar dificultades en las operaciones inmobiliarias, en especial, en la compraventa de inmuebles sujetas al otorgamiento de créditos hipotecarios.

“Casi no hay nuevas operaciones basadas en préstamos”, le aseguró a LA CAPITAL el presidente de Colegio de Martilleros de Mar del Plata, Miguel Angel Donsini, quien afirmó que por estos días el mayor desafío para los profesionales del rubro pasa por “cerrar los acuerdos” ya pactados entre los vendedores y los compradores que accedieron a créditos otorgados antes de que se desatara la corrida cambiaria.

“Estas personas son las que más dificultades tienen porque accedieron a una suma de dinero en pesos con la cual ahora están más lejos de poder adquirir un bien cuyo valor se había pactado en dólares” y antes de que la moneda estadounidense trepara hasta alcanzar casi los $29, señaló.

Según Donsini, desde hace varias semanas los martilleros “están teniendo mucho trabajo” para intentar “preservar esas operaciones, tratando de conciliar los intereses de ambas partes”.

“Los propietarios que necesitan vender a veces ceden un poco en el precio y así es como se está tratando de sobrellevar esta situación”, indicó.

No obstante Donsini consideró que frente a estos casos, en algún momento el gobierno debería ofrecer algún tipo de señal para generar tranquilidad.

“Sería bueno que los bancos analizaran incrementar los montos o dar más plazos”, opinó. Además el presidente del Colegio subrayó que por el momento casi todas las operaciones vinculadas con préstamos son protagonizadas por quienes ya habían obtenido ese financiamiento y están urgidos por resolver qué hacer con ese dinero.

“Pero al margen de eso no están apareciendo nuevos compradores interesados en hacer una operación con un crédito”, explicó.

Asimismo Donsini aseguró que a nivel general, frente al impacto de la corrida cambiaria, las reacciones en el mercado local fueron dispares.

“Hay incertidumbre y algunos consideran que en este contexto les conviene concretar un negocio mientras que otros en cambio creen que lo mejor es esperar”, explicó.

Según el presidente de los Martilleros, fuera del segmento de créditos, el marcado está operando con cautela y menos presión.

“A pesar de todo las personas que tienen dólares siguen considerando a los ladrillos como una de las mejores opciones para invertir, sobre todo en un momento de incertidumbre financiera y teniendo en cuenta que el interés que ofrecen los bancos por depósitos en dólares en muy bajo”, señaló.

“Como siempre, la inversión inmobiliaria es que permite que la gente duerma tranquila de noche”, agregó.
En relación a la evolución de la crisis, Donsini consideró que si el dólar llega a estabilizarse en los actuales $29 pesos o en algún valor cercano “habrá que esperar unos 90 días” para sacar conclusiones.

“Es posible que con un dólar más caro y menos facilidades para el crédito el valor de los inmuebles baje un poco, pero eso es impredecible y será algo que se verá recién una vez que la situación se estabilice”, señaló.