El problema recrudece cada vez que llueve. El estado las calles del barrio José Hernández complica normalmente el movimiento de los vecinos. Con pozos que cada vez son más grandes, y agua y barro por todos los lados, las dificultades cada vez son mayores. Con el objetivo de buscar una solución, un grupo de vecinos, realizó una protesta para exigir el arreglo de calles. Se juntaron en la intersección de las calles 214 y 12 de Octubre y pidieron una respuesta del municipio.

“Cada vez que llueve esto parece la Laguna de los Padres. Es un asco y no se puede creer la cantidad de pozos que hay”, contó la vecinalista Laura Ferreyra.

Los vecinos pidieron que vaya el intendente. “Arroyo no vino nunca al barrio. Queremos que venga así puede ver la situación que estamos pasando”.

Según denunciaron, los pozos de la intersección de 13 de octubre y 214, están cerca de un caño de gas. “Es un peligro total, si no lo arreglan puede pasar cualquier cosa acá”, contaron.

Hace cinco años

“La última vez que vinieron a arreglar las calles fue hace cinco años y tampoco hicieron gran cosa. Después no vinieron más”, remarcó Ferreyra y agregó que están “cansados de pagar los impuestos”. “A nosotros nos llegan los impuestos y no tenemos nada. Nos parece injusto”, consideró.

El mal estado de las calles, además de la incomodidad que genera, pone en peligro la circulación del único colectivo que pasa por el barrio. De hecho, hace un tiempo los vecinos juntaron fondos para comprar dos camiones de granza para la calle principal, por donde el colectivo había dejado de transitar.

Laura Ferreyra aseguró que hoy presentarán una nota con fotos en el municipio para explicar una vez más la situación que atraviesan. “Si no nos dan respuestas, vamos a juntar barro y los vamos a llevar a la municipalidad. Queremos ver si a ellos les gusta estar así”, afirmó.

El estado de las calles no es el único problema en el barrio José Hernández. Los vecinos también denunciaron falta de iluminación. “Somos un barrio olvidado, el intendente nunca fue”, destacó la vecinalista.

“Los vecinos y vecinas estamos cansados de la ausencia del Estado en nuestro barrio, vivimos entre el barro, pagamos tasas y servicios altísimos y nada de eso vuelve a nuestro barrio. No solo eso sino también estamos pasando hambre, exclusión y desempleo. Las mujeres de las barriadas populares también peleamos contra el hambre y la exclusión, vivir en barro es una forma de exclusión”, cerró.