SOCHI, Rusia.- Una España fragilizada tras el terremoto provocado por la destitución del seleccionador Julen Lopetegui afronta una dura prueba en su inicio mundialista contra la Portugal de Cristiano Ronaldo, que intentará aprovechar esa convulsión de su rival.

La leyenda del fútbol español, Fernando Hierro, llamado de urgencia a ocupar el puesto de Lopetegui tiene la difícil misión de afrontar el primer encuentro mundialista de la Roja en Rusia, aunque todo apunta a que seguirá las líneas maestras puestas por su predecesor en el cargo.

“En dos días no podemos cambiar nada, es un grupo fantástico, un grupo de chavales que llevan dos años de hacer una clasificación fantástica a un nivel extraordinario y eso es lo que les pedimos, que sean ellos mismos, que tengan su personalidad, son jugadores de una gran categoría”, dijo Hierro.

El flamante seleccionador debutará en el Estadio Olímpico de Sochi en un partido que podría marcar el devenir del Grupo B, donde también están Irán y Marruecos.

Hierro cuenta con la experiencia de una única temporada como entrenador al frente de un equipo de segunda división, el Oviedo, pero durante ella se ganó fama de técnico adaptable en función del rival.

España solo tiene la duda de Dani Carvajal, que esta semana volvió a entrenarse con el grupo tras su lesión muscular en la final de la Liga de Campeones, aunque todo apunta a que todavía no estará listo. Su lugar en el lateral derecho lo ocupará probablemente su compañero Nacho Fernández

El escándalo español consoló a Portugal de su propia crisis en con el Sporting Lisboa, con el que hasta cuatro internacionales lusos han rescindido sus contratos.

“Todo el equipo sabe que tendremos que mostrar nuestras mejores cualidades para ganar y tenemos a Cristiano Ronaldo”, afirmó el mediocampista Joao Mario.

El cinco veces Balón de Oro se erige como el líder de una selección campeona de Europa que llega a Rusia dispuesta a lograr su primera estrella mundialista, el único gran título que le falta a Cristiano.

El delantero del Real Madrid, que también está dando que hablar con su ambigua postura sobre si se quedará o se irá del equipo blanco la próxima temporada, será el hombre al que busquen sus compañeros.

Su velocidad y pegada, junto a la de hombres como Gonzalo Guedes, serán claves para un Portugal que probablemente buscará la fortaleza defensiva, con Pepe y Bruno Alves en el centro de la zaga, y salir de contraataque para tener un buen comienzo mundialista.

Prueba de fuego para Irán y Marruecos

El seleccionador de Irán, el portugués Carlos Queiroz, cree que sus jugadores se unieron más por la decisión de Nike de cortar el suministro de calzados a su equipo e intentarán probarlo hoy contra Marruecos en su debut en el Mundial de Rusia.

Nike anunció el lunes que dejaba de entregar sus calzados a los jugadores de la selección iraní para el Mundial, invocando el respeto a las sanciones impuestas por Estados Unidos a la república islámica.

La decisión interrumpió los preparativos de Irán, con algunos jugadores que supuestamente tienen que comprar su propio calzado en las tiendas rusas o incluso pedir ayuda a sus compañeros de club.

“Deberían pedir disculpas porque este comportamiento arrogante contra 23 chicos es absolutamente ridículo e innecesario”, afirmó el entrenador Carlos Queiroz.

Los asiáticos tuvieron una preparación con sobresaltos, después de que los partidos amistosos contra Grecia y Kosovo fueron cancelados.

Tanto para Irán como para Marruecos la derrota los dejaría en una situación delicada para avanzar a octavos de final, ya que después deberán toparse contra los favoritos España y Portugal.
Desde el último Mundial, Irán se mantuvo invicto en 22 partios por los puntos y fue el primer equipo en clasificar al Mundial.

Marruecos tiene lo suyo y mantuvo su arco invicto durante su propia campaña de clasificación al Mundial.
El entrenador francés, Herve Renard, ha inculcado una ética de trabajo implacable y una disciplina defensiva en su equipo, que jugará por primera vez un Mundial desde 1998.
Después de que España despidiera a su entrenador, Julen Lopetegui, tanto Marruecos como Irán esperan que sus chances de sorprender hayan incrementado.