Una vez más Mar del Plata se unió al grito de “Ni Una Menos” y vivió una multitudinaria movilización en las calles céntricas de la ciudad. A las consignas que originaron el movimiento, como la lucha para erradicar los femicidios y travesticidios, se le sumaron el reclamo por el aborto seguro, legal y gratuito, y las críticas a las políticas económicas que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri.

Desde las 16.30 que el monumento al General San Martín de Luro y Mitre comenzó a transformarse en el escenario donde familiares de víctimas de violencia de género y dirigentes políticos y sociales se pronunciaron sobre los puntos que, desde el 3 de junio de 2015, convocan a miles de mujeres y hombres a manifestarse en las calles.

A diferencia de otros años, donde la muerte de mujeres ejecutada por varones violentos era vista como la única bandera de reclamo, la marcha de 2018 se caracterizó por la marcada presencia del reclamo por las víctimas de abortos clandestinos. Situación esperada teniendo en cuenta que el próximo 13 de julio, la Cámara de Diputados tratará por primera vez el proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo, luego de más de dos meses de exposiciones a favor y en contra en las comisiones legislativas.

Esto, sin embargo, generó no solo el debate hacia el interior de las organizaciones que encabezan las manifestaciones, sino también entre los familiares de las víctimas de violencia de género que no tienen una postura definida al respecto o se encuentra en contra de la legalización de la práctica.

En este sentido, la dirigente de la Multisectorial de la Mujer, Laura Hochberg, aseguró que si bien desde el Movimiento de Mujeres y Diversidad se encuentran “no solo todas de acuerdo sino orgullosas” de incluir esa lucha, acordaron que, como siempre desde iniciadas estas movilizaciones, la bandera de arrastre sea la de los familiares de las víctimas de violencia de género. “Nos pareció justo porque sabemos que no todos están de acuerdo”, agregó.

Así las cosas, los pañuelos verdes (clásico símbolo de quienes se encuentran a favor) abundaron, como así también la creatividad de los manifestantes que buscaron visibilizar su pedido a través de carteles, cánticos y la utilización de vinchas, remeras y hasta maquillajes artísticos. De hecho, casi la totalidad de las banderas presentes, incluso las de los partidos políticos, contaron con algún detalle en color verde.

Otro de los puntos que pudo observarse a lo largo de la marcha, y que se incluyó en los discursos de las dirigentes feministas que tomaron el micrófono, fueron las críticas al gobierno de Mauricio Macri. Un ejemplo fue Julia Rigueiro, de Patria Grande, quien aseguró: “Vivas y desendeudas nos queremos”, consigna por la que recibió la ovación de gran parte de las personas presentes.

Por otra parte, Cintia Pili, dirigente trans de la ciudad, sumó su voz al grito que se sintió en las calles y señaló que, en lo que va del 2018, mataron a 24 mujeres trans y murieron otras 37 “por falta de políticas públicas”.

“La realidad en Mar del Plata es que el 90 por ciento de nuestras compañeras está en situación de prostitución, y esto lo entendemos que es porque no tienen otra posibilidad. Si bien hemos trabajado mucho y hay un proyecto de ordenanza que adhiere a la ley provincial del cupo laboral trans, hasta el momento el municipio solo incorporó a una”, reclamó.

Como es tradición, la marcha inició por Luro hasta Santiago del Estero y de ahí por Rivadavia, hasta Independencia para después retomar por Luro y finalizar en el monumento. A diferencia de otros años, se acordó no cantar el himno nacional.

Números que duelen

Según el registro de femicidios de la Corte Suprema, en 2017 en Argentina hubo 251 víctimas directas de femicidios, lo que implica una mujer muerta cada 35 horas. Provincias como Salta, Jujuy y Santiago del Estero tienen una tasa de femicidios que oscila entre 2,7 y 2,1 cada 100 mujeres, mientras que el promedio nacional es de 1,1 cada 100 mujeres. En la provincia de Buenos Aires es de 1,3.

Los datos surgen del Registro de Femicidios de la Justicia Argentina, que este año además sumó dos nuevas categorías que son los femicidios vinculados y vinculados por interposición en línea de fuego.

Los datos señalan además señalan que el 93% de los imputados eran varones con quienes las víctimas tenían vínculo. Casi en el 60% de los casos eran sus parejas o ex parejas.