ROMA, Italia.- El nuevo vice premier y ministro del Interior italiano, el líder de la Liga Norte Matteo Salvini, adelantó hoy que su país rechazará cualquier cambio en el sistema de asignación de asilos para inmigrantes dentro de la Unión Europea, mientras que unas declaraciones del referente derechista contra los emigrantes tunecinos provocó una dura respuesta del país africano.

De cara a la cumbre de ministros del Interior del bloque continental que se hará mañana en Luxemburgo, Salvini planteó este lunes que “el gobierno enviará una delegación para decir no a una discusión que penalizaría a Italia y a los países del Mediterráneo”.

“Trabajaré para hacer aún más eficaz las políticas de control, alejamiento y expulsión de los ilegales”, adelantó Salvini, que en su programa de gobierno prometió el repatrio de hasta 500.000 inmigrantes que considera “irregulares” y en su primer discurso como ministro les prometió que “se termina la diversión”.

Horas después, el gobierno tunecino expresó su “profundo estupor” y convocó al embajador italiano en el país luego de que Salvini asegurara el domingo que el país africano “no exporta gentilhombres, sino que a menudo y con ganas exporta malvivientes”.

“Las declaraciones de Salvini no reflejan la cooperación entre los dos países en el campo de la gestión de la inmigración y muestran un conocimiento incompleto de los tantos mecanismos de coordinación existentes entre los servicios de los dos países para afrontar el fenómeno”, planteó una nota de la cancillería de Túnez reproducida por la edición onine de Repubblica.

La reunión de los ministros del Interior de este martes, el debut continental del gobierno que juró el viernes, será además la antesala para la cumbre europea del 28 y 29 de junio en Bruselas, donde hará su presentación el nuevo premier, Giuseppe Conte.

Más allá de sus declaraciones, Salvini no participará en la reunión de mañana ya que deberá participar de la sesión del Senado italiano que discutirá el voto de confianza al nuevo gobierno.

El documento que se pondrá el martes a debate de los responsables de las carteras de Interior obligaría a un mayor compromiso de asilo a los países de desembarco inicial, estableciendo en 8 años su responsabilidad sobre los recién llegados.

La propuesta, que Salvini considera “favorable a los intereses del Norte”, según criticó hoy en declaraciones a radio Rtl 102.5, fue presentada por los países con la línea más dura: Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia.

Del otro lado, los países mediterráneos, entre ellos Italia, España, Grecia, Malta y Chipre, plantean que el criterio de asilo en el lugar del primer desembarco debe mantenerse por un máximo de dos años.