Con el objetivo principal de comenzar a instalar la discusión de políticas de Estado en materia de combate contra el delito, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, llegó ayer a Mar del Plata para inaugurar las actividades del Consejo de Seguridad Provincial que integran senadores y diputados de distintos partidos, miembros del Poder Judicial e integrantes de distintas fuerzas policiales.

Tras encabezar la apertura de las disertaciones, el funcionario que está al frente de la cartera más “caliente” del gobierno de María Eugenia Vidal concedió una entrevista exclusiva a LA CAPITAL en la que habló de la necesidad de impulsar medidas que trasciendan a los gobiernos en pos de combatir la inseguridad.

– ¿En qué momento le llega a Mar del Plata la realización de este encuentro específico?

– Es la cuarta vez que vengo a Mar del Plata como ministro, y como a todos me trae recuerdos. En los últimos años, creo que tuvo dos problemas: desocupación y narcotráfico. El año pasado subieron los homicidios pero es uno de los indicadores que pudimos bajar y muy profundamente. Hoy tenemos una situación que, por presencia, de distintos sectores de la policía está mucho más controlada.

– ¿Cuáles son las políticas de Estado que buscan instalar Macri y Vidal en materia de seguridad?

– Yo voy a hablar del Gobierno provincial. La lucha contra el narcotráfico, que es la principal lucha del delito complejo, y la lucha contra el robo del automotor, con lo que significa el grabado de autopartes y la verificación. Esa es una ley anterior a que yo asumiera, y es una política de Estado, porque fue sancionada por el Gobierno anterior y yo la tomo y la sigo. La demostración de poder discutir en un consejo con diputados y senadores, entre los cuales está el ex secretario de Seguridad de la Nación (Sergio Berni), y pese a que no pensemos igual es bueno escuchar aportes. También la formación del policía: lo que se está haciendo en ese preciso momento es pensar que con la currícula que está empezando a estudiar hoy va a ser un policía hasta dentro de 20 años, y los resultados de esa policía no los vamos a disfrutar ni María Eugenia Vidal ni yo. Pero seguro de que hay que empezar a cambiar un día, y esa fue la decisión política de la gobernadora de empezar con cosas aunque no se ven, pero que sabemos que a lo largo van a transformar a la policía y a la seguridad en la provincia.

– En la disertación habló de “policía que mancha el uniforme se va” y “ni mano dura ni blanda, mano firme”, como lo hacía su antecesor Alejandro Granados. ¿Qué diferencia hay entre ambos?

– Tengo el discurso de mano firme hace mucho tiempo. Hay diferencias entre las políticas cuantitativas y cualitativas; en la política frontal de equipamiento de la fuerzas con la preservación, el cuidar a quien nos cuida, y por el otro lado darle tecnología para la lucha; en la capacitación, en tener una estructura mucho más chica. Toda la reforma tiene que ver con la diferencias con lo que se venía haciendo.

– En esta ciudad, todo lo que pasa en el verano se magnifica. Inclusive el delito. ¿Cuándo empieza a planificarse la prevención?

– Ya empezamos a preparar el Operativo Sol, con la incorporación de la tecnología. Aunque este verano que pasó no aumentó el delito.
– También aumentan en el verano las fiestas de música electrónica y la posibilidad de la venta de drogas…

– Eso lo habilitan los intendentes. Nosotros aconsejamos, por ahora, que no habiliten fiestas en la provincia de Buenos Aires, hasta que tengamos una política común.

– Se dice que desde su gobierno analizan un cambio en la ley provincial de drogas. ¿Es cierto?

– A medida que se avanza en las nuevas tecnologías y nuevos medios de transportes, uno va, tanto en lo legal -que tiene que ver con modificaciones legislativas-, como en la incorporación de tecnología, preparándose para dar esa confrontación. En materia de narcotráfico nunca está terminada la última ni la mejor ley. Siempre hay que seguir trabajando.
– Desde el gobierno provincial anterior se quejaban mucho de “la puerta giratoria”. En ese marco, ¿ustedes tienen diálogo con los operadores judiciales?

– Me reuní con todos los fiscales, incluido el fiscal general de Mar del Plata. Hemos hecho una mesa de elaboración de trabajo con la Justicia, donde trabajan tanto fiscales como jueces. Principalmente en tres o cuatro temáticas como el funcionamiento del 911, los autos abandonados, los depósitos judiciales… Elementos que nosotros los vemos concentrados y es una problemática que tenemos con la Justicia para trabajar juntos.

El secretario de Seguridad

– En General Pueyrredon no hay secretario de Seguridad desde diciembre y se habla de que en las próximas horas se nombraría uno. ¿Qué opina?

– Desde el primer día el intendente ha interactuado con nosotros por el tema de la seguridad. Para nosotros fue un gran desafío que saliera todo bien en los partidos de fútbol de verano. Mar del Plata es una ciudad importantísima y queremos que vuelva a brillar. El nombramiento depende del intendente, porque la seguridad absorbe tanto que un intendente puede tener el 60 por ciento de su día dedicado a esto. Pero si un intendente no se preocupa por más que ponga un secretario de Seguridad no va a tener resultados.

– ¿Hubo cortocircuitos en la relación entre el gobierno provincial y la Municipalidad?

– Siempre tuvimos diálogo. Mandamos las camionetas 4 x 4, los chalecos antibala, y en mi caso vine al egreso de los integrantes de la Policía Local. Desde mi lugar, hay que colaborar para que esta sea una ciudad segura. Cada vez que se da una mala noticia acá, atenta contra la provincia y el país.

– La policía dejó de dar información cotidiana sobre los hechos delictivos. ¿Buscan restringir datos o resguardar las investigaciones?

– En mi Gobierno nunca se restringió información. La policía tiene que dar notas, pero tampoco debe ser nota el trabajo que un policía tiene que hacer. Tiene que ser nota sobresalir. Un hecho como el de narcotráfico que hoy ( por ayer) descubrimos en Mar del Plata es nota (ver Policiales), pero no que atrapen dos delincuentes que robaron en el kiosquito de la esquina. Esa es la función de la policía, que tiene que salir de la comisaría, conocer a la gente. Que sus vecinos, sus comerciantes sepan quién es el comisario, conocerle la cara, y que le tengan confianza a la policía. Eso es lo que nosotros queremos lograr.