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El resveratrol es un polifenol natural presente en numerosas plantas y frutos como los maníes, las moras, los arándanos y, en especial, las uvas negras (piel y semillas y, por lo tanto, en el vino tinto). Esta sustancia es elaborada por las plantas como defensa frente a factores estresantes, tales como lesiones, infecciones por bacterias u hongos, radiación ultravioleta del sol, frío intenso y restricción hídrica, entre otros factores.
El resveratrol ha despertado un gran interés en la comunidad científica debido al amplio espectro de sus efectos biológicos y farmacológicos, como también por su valor nutricional y medicinal. Tal fue el caso del congreso de relevancia internacional realizado en la Universidad del Aconcagua en octubre de 2017. Durante el mismo, ponentes internacionales de Francia, Estados Unidos, Uruguay, Brasil, España, Dinamarca, Chile y Argentina ofrecieron presentaciones acerca del resveratrol en relación con su bioproducción, su papel en el ecosistema de la vid y nuevos descubrimientos de los efectos de esta molécula sobre la salud. Los datos presentados durante la reunión fueron las últimas actualizaciones de los hallazgos en resveratrol.
Entre las propiedades de esta sustancia cabe destacar su actividad como protector cardiovascular, anticancerígeno, antiagregante plaquetario (inhibe la formación de trombos o coágulos sanguíneos), antiinflamatorio y antialérgico. Existen, además, numerosos estudios científicos que demuestran beneficios del resveratrol como protector en trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer y alteraciones metabólicas como la diabetes.
Este polifenol natural actúa también como fotoprotector: previene el cáncer de piel y se sugiere la posibilidad de utilizarlo en protectores solares. Otra de las posibles aplicaciones poco conocidas de este polifenol es para el tratamiento periodontal en personas fumadoras.
Se ha demostrado también que esta sustancia previene alteraciones del sistema inmunológico, mejora parámetros sanguíneos, limita la propagación de células cancerosas, activa el proceso de apoptosis (muerte celular programada, que funciona en coordinación con un proceso para destruir las células dañadas e impedir que inicien su transformación maligna), protege a los espermatozoides y a los glóbulos rojos de la oxidación, activa proteínas que retrasan el envejecimiento celular, entre otros efectos. Estos estudios contribuyen a explicar la actividad antioxidante, antiinflamatoria, analgésica, antiagregante plaquetaria, antihipertensiva y anticancerígena del resveratrol.
La evidencia científica reunida en numerosos estudios permite afirmar que el resveratrol es bueno para la salud y se encuentra entre 1 y 7 miligramos por cada litro de vino. Por lo tanto, el consumo moderado de vino tinto (no mayor a una ingesta diaria de 125 cc para la mujer y 250 cc para el hombre) induce efectos beneficiosos para la salud y puede ser considerado un alimento funcional.
En este sentido, resulta importante profundizar el abordaje de esta temática, a fin de establecer de manera más contundente las propiedades benéficas para la salud de la uva y de sus productos derivados, como también para realizar recomendaciones dietéticas basadas en hallazgos científicos.
(*): Doctora en Bioquímica. Investigadora de CONICET.