Las tres sucursales de Confitería Boston volverán a funcionar con normalidad tras varios días con medidas de fuerza. El anuncio se hizo después de una asamblea en la que participaron los trabajadores, los sindicatos y los propietarios de la firma.

Los trabajadores de la Confitería La Boston estuvieron cara a cara con los propietarios quienes terminaron de saldar los sueldos de marzo y se comprometieron a sostener los tres locales que tiene la firma en la ciudad.
“Si bien la situación está difícil, se sinceraron y nos comprometimos tanto los sindicatos, los trabajadores y ellos, a trabajar fuertemente para poder sostener las fuentes de trabajo”, explicó Nancy Todoroff, del Sindicato de Gastronómicos.

El saldo de la deuda correspondiente a marzo, el compromiso para sostener las fuentes de trabajo y la explicación en persona de parte de los propietarios fue la noticia más alentadora que se llevaron los trabajadores de la asamblea de este viernes.
“El poblema no fue los salarios sino los rumores y la falta de respuestas. Si esto se hubiese aclarado mucho antes, no hubiera habido medidas de fuerza”, señaló la sindicalista y agregó que “los trabajadores entienden que está todo difícil pero están dispuestos a colaborar”.

La empresa se hizo presente con el austríaco Carl Schönfeldt y Pablo Lotero, dueños de la firma, quienes mostraron voluntad de subsanar la empresa y seguir adelante para mejorar las situaciones que se viven desde hace varios meses.

Luego de la reunión, los trabajadores comunicaron que “los locales reabren sus funciones normales y que todo marplatense que se acerque, estará ayudando a que no se pierdan fuentes de trabajo”.
El conflicto entre los trabajadores y la empresa lleva varios meses y en los últimos días, con los tres locales sin funcionar, los empleados llevaron adelante distintas acciones como regalar café y medialunas en la calle para darle visibilidad el conflicto.

“Tenemos un plan para expandir y producir desde Mar del Plata”

Por su parte, el inversionista austríaco Carl Schönfeldt y el empresario local Pablo Lotero, mostraron voluntad de subsanar la empresa y seguir adelante para mejorar las diversas situaciones que se viven desde hace varios meses. “Fue una reunión buena pero crítica, porque hay temas críticos, sobre todo cómo avanzamos con la Boston. Sé que es una marca emblemática para este país. La conozco por amigos y es famosa por sus medialunas y calidad. En este momento Argentina atraviesa un tema grande con el desarrollo de la economía y la inflación, y  veremos cómo podremos ir manejando los costos de los productos”, afirmó el austríaco.

“Tenemos un plan para expandir y producir desde Mar del Plata porque aquí están los expertos que saben cómo hacer los buenos productos. Pero también necesitamos los clientes de las grandes ciudades. De nuestra parte hemos financiado la Boston bastante tiempo pese a la pérdida de dinero. Tenemos muchos trabajadores sabemos, pero la idea es continuar con todos ellos. Necesitamos transformar la Boston en una empresa de producción en Mar del Plata y con muchos locales fuera de la ciudad”, indicó y agregó: “Reabrimos las puertas de todos los locales y esperamos que los clientes vengan, sigan disfrutando de nuestra buena calidad y productos, y de la gente que está con nosotros, que necesitan seguir trabajando”.

“Volver a trabajar da tranquilidad”

“Volver a trabajar da una tranquilidad. El tiempo dirá si tienen razón o no. Todos queremos que la Boston trabaje. Como dijimos en los medios que hicieron cosas malas, ahora queremos confiar en que puedan hacer cosas buenas. Convocamos a los clientes que estos días se acercaron y no pudieron disfrutarlos, que vuelvan a consumir nuestros productos. Es un fin de semana largo y sabemos que los vamos a poder recibir bien y que todo esto no haya empañado la tradición de 60 años”, indicó Guillermo, uno de los trabajadores y su compañero Marcelo, acotó: “Agradecemos que se hayan hecho presentes, la tranquilidad para seguir trabajando. Los esperábamos. Nos hubiera gustado que se hicieran presentes desde el primer día y no perder tantos sin trabajar. Habíamos perdido las esperanzas. Acá no pasaba por el tema del dinero solamente sino que veíamos un futuro negro y no queríamos perder fuentes laborales”.