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Aunque pueden rastrearse antecedentes lingüísticos y culturales en la antigüedad, el movimiento libertario anarquista es moderno. A principios del siglo XIX Charles Fourier propuso una organización política basada en comunidades que denominó falansterios. En la década de 1840 Pierre Joseph Proudhon en Francia y Josiah Warren en Estado Unidos alcanzaron el anarquismo independientemente criticando el socialismo utópico de Fourier. El pensamiento de Proudhon impresionó a Marx, quien trató de demolerlo teóricamente. Hacia fines de 1863 Bakunin generó sus ideas de una federación para la reconstrucción previa eliminación del sistema vigente. En Estados Unidos Henry David Thoreau trabajó una teoría de desobediencia al Estado con la injustica que conlleva en resistencia a los gobiernos mediante el recogimiento en lo individual, fue un antecedente del anarquismo ecológico ya que proponía y vivía en comunión con la naturaleza.
Desde la década de 1860 el anarquismo irrumpió en latinoamérica a través de las corrientes inmigratorias, en México y Argentina estas ideas produjeron efectos políticos, sociales y culturales generando fuerzas gremiales de envergadura. En nuestro país, un grupo de inmigrantes italianos anclado en Rosario recibió la visita del filósofo Enrico Malatesta en 1885, que influyó fuertemente en el crecimiento del anarquismo. Conocemos muchos episodios históricos patagónicos relatados minuciosamente por Osvaldo Bayer. En 1901 se fundó la Federación Obrera Regional Argentina FORA, que desconocía a los partidos políticos diferenciándose del socialismo.
Mar del Plata tuvo y tiene un arraigado vínculo con el anarquismo por mediación de la Biblioteca Juventud Moderna fundada en 1911. Sus fundadores eran obreros y se dedicaron a conformar sus gremios, el primero fue el gremio de mozos y cocineros.
En la semana trágica de 1919 a raíz de la huelga de los talleres metalúrgicos Vasena, en esa instancia organizaron una manifestación de solidaridad con las víctimas que fue desmontada por la policía. Durante la dictadura de los 70 un hombre de la biblioteca, Tomás Fresneda, en la llamada “noche de las corbatas” fue desaparecido.
La Biblioteca sigue en pie en la Diagonal Pueyrredón y Bolívar acogiendo a manifestaciones del arte y la cultura y realizando actos y eventos solidarios.