Luciana Salazar compartió que fue víctima de acoso sexual por parte de un compañero de elenco, cuando ella sólo tenía 22 años y comenzaba a dar los primeros pasos de su carrera.

Hace cuatro meses Luciana logró concretar uno de sus más ansiados sueños, ser madre. Matilda, su hija de cuatro meses, llegó a través de una subrogación de vientre. “Gracias Dios por esta bendición”. Porque eso es Matilda. Ella simboliza mi felicidad”, dijo la modelo en diálogo con Gente.

Entre los proyectos laborales que baraja Luciana, hay dos propuestas de la nueva productora de Marcelo Tinelli, LaFlia. Una es volver a la pista del Bailando de este año, la otra es una sección propia en el nuevo ciclo de Marcelo Polino, padrino de Matilda.

La otra posibilidad es tener su propio programa. “Quiero ser conductora”, manifestó. La propuesta viene de la mano de KZO, para una de sus nuevas señales. Para ese salto profesional, Salazar reveló que se viene preparando hace tiempo con clases de oratoria.

Al hablar de la maternidad, Luciana señaló que la mirada de la sociedad sobre la mujer evolucionó. Por lo que ser madre no inhabilita la sensualidad.  “Lo ‘sexy’ se lleva en la piel. Nací así y jamás dejaré de serlo!”.

Aunque descartó volver a usar  su sensualidad en función de algún formato, como en “Pone a Francella”, si se mostró a favor de que las mujeres exploten su sensualidad. “No me parece mal que las mujeres se desnuden o se muestren provocativas, hasta en sus propias redes sociales: siempre y cuando sea su elección auténtica, esa es la clave”.

En ese marco, la actriz reveló el duro momento que sufrió por parte de un compañero de elenco, que eligió no nombrar. “Una situación horrible. Estábamos en camarines, y alguien me tomó de los brazos, me puso contra la pared y quiso obligarme a besarlo. Fue desesperante, no sabía cómo sacármelo de encima. Me repetía: ‘¡Dale!…¿no te gusto?’ De los nervios me salió gritarle: ‘¡Estoy de novia, estoy de novia!’, detalló Luciana sobre el episodio.

“Yo tenía 22 años, y me sentí atrapada entre la repulsión y la necesidad de seguir trabajando. Busqué la ayuda de la productora del programa, con quien tenía más confianza, y solucionó la situación. Volví a trabajar con ese señor, ya sin problemas. Y me lo crucé muchas veces más a lo largo de los años”.

Al ser consultada si actualmente hubiera hecho la denuncia, la modelo señaló que “denunciar es lo correcto”. Y que si el victimario fuera soltero o sólo cansado, “iría por todo”.

“Pero si tiene hijos, trataría de resolver el tema low profile, puertas adentro, sin trascendencia mediática. Mi sentido de familia es tan fuerte, que me dolería más que sus hijos, que tienen amigos, que van al colegio, lleven esa etiqueta, un estigma social que no les corresponda”. concluyó Salazar.