por Josefina Méndez

Un libro, cuatro manos, dos trazos inconfundibles. El nuevo proyecto de Pablo Bernasconi ha llegado a destino con un colaborador especial: su hijo, Franco Bernasconi, de once años. Al parecer, en solo 7 meses, padre e hijo plasmaron su pasión por los trenes ¡a todo vapor!

Quetren Quetren nos propone múltiples desafíos, nos interpela directamente “¿Serás pasajero?/ ¿Serás conductor?”. Entonces los lectores debemos subirnos al tren y decidir. Abrimos el libro y… ¿lo desplegamos por completo?, ¿dónde empieza?, ¿leemos en forma individual cada página?, ¿se trata de un poema?, ¿dónde termina?

Los interrogantes surgen porque la literatura de calidad requiere que los lectores y mediadores de lectura fomentemos la multiplicidad de sentidos, las formas diversas de leer y de acceder a la literatura. Un libro puede tener forma de acordeón y ser un elemento de diversión en sí mismo. Un libro puede parecer un tren y mostrarnos sus vagones llenos de palabras nuevas. Un libro puede tener ilustraciones de los dos lados y ser un trabajo manual hecho en familia.

“Quetren Quetren/ fábrica de aventuras / de tiza y madera /reparte misiones / despliega mil mundos / sin instrucciones”. Una aventura de lectura en sí misma donde las ilustraciones resignifican y potencian cada frase. Quetren Quetren ya se va, pero aún están a tiempo: ¡saquen los boletos!

“Las magas”, de Ema Wolf, Ilustraciones de Pez Editorial Santillana-loqueleo, 2017, Págs. 52

“Las grandes magas de la leyenda solían vivir en lo más espeso de los bosques, en grutas encantadas y en remansos de agua dulce”. Así lo sugieren las historias que han llegado a nosotros a través del tiempo y de los vientos. Palabras contadas, palabras cantadas, replicadas de boca en boca y llenas de misterios. Las magas, criaturas fantásticas y milenarias, hacen su aparición en el nuevo libro de Ema Wolf.

La autora nos introduce a una galería de magas muy particulares: comienza el recorrido con Simona, capaz de crear animales con el cortapastas; más adelante es preciso pasar de puntillas junto a Melchora para que no nos enrede el pelo; y ya casi al final del trayecto, estamos invitados a juntar con Apolonia valiosas pelusas.

Estas magas tan especiales aparecen ilustradas por Pez, quien capta la esencia etérea y ancestral de los personajes más tradicionales en preciosos dibujos de tonos mate; en cambio, las magas cuyas características las ubican en un mundo contemporáneo están retratadas en colores brillantes.

En este libro, los poderes fantásticos de las magas parecen estar en perfecta sintonía con la realidad que los rodea. Las magas son protectoras de la naturaleza y todos los seres vivientes, seres sabios y bondadosos. Si no me creen, visiten la colina de la pandilla de magas “luminosas e inquietas” que juntan sol en botellas y “si te acercás con un jarrito y les pedís un poco, te dan”.

(*): Integrante de Jitanjáfora.