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Opinión 20 de abril de 2018

Mejor prevenir que lamentar

por Daniel Scioli

Hace ya muchos días que los diarios, la radio, la televisión e internet nos cuentan casos desgarradores que no deberían existir. La posibilidad de que exista una red de abuso infantil en los clubes en que confiamos para que nuestros chicos hagan deporte es aberrante.

Presenté en la Cámara de Diputados un proyecto de resolución que, además de repudiar estos casos, insta al Poder Ejecutivo a tomar cartas en el asunto, desde el lado de la prevención.

En noviembre de 2015, se aprobó y se reglamentó la ley nacional 27.201. En el marco del Ente Nacional de Desarrollo Deportivo (ENADED), se creó el Programa Nacional de Empoderamiento de la Mujer en el Deporte.

Tomando a la mujer como centro de la familia, la legislación mira a las federaciones deportivas como los vehículos de canalización de las problemáticas de violencia familiar y abuso infantil. Con algunos problemas en su implementación, es tiempo que se ponga en efecto, junto a la línea de atención a la víctima que ya se encuentra establecida en la legislación vigente.

Lo inaudito es cuando nos enteramos que los problemas de abuso están ocurriendo dentro de los propios clubes e instituciones en los que los padres confían para mandar a los nenes a que hagan un deporte. Los clubes tienen que ser el lugar donde los chicos reciban contención y nivelación social, hagan nuevos amigos, y utilicen al deporte como método para prevenir y combatir enfermedades relacionadas con la inactividad física.

El deporte no solo sirve para mejorar la salud, sino también para combatir la delincuencia juvenil y disminuir el consumo de alcohol y drogas en chicos y adolescentes. Pero cuando en los clubes los chicos van a sufrir este tipo de situaciones tenemos que replantearnos la óptica de la situación.

Solo un trabajo en conjunto puede solucionar este problema. El Poder Ejecutivo tiene que abordar el tema en una mesa de trabajo junto a la AFA, las federaciones, el Comité Olímpico Argentino y las instituciones deportivas.

Por eso solicité también al gobierno que trabaje en la confección de un protocolo de protección infantil en los clubes, que explique las situaciones de riesgo que pueden correr los niños en las instituciones, cómo actuar ante cada situación y a quiénes acudir buscando ayuda.

Diferentes experiencias en el mundo han probado que la detección temprana de estos casos, la comunicación adecuada, la aplicación de estándares elevados en la contratación de personal y la disponibilidad de canales de ayuda son la primera condición para poder prevenirlos.

En este orden de ideas, España, Inglaterra, Noruega, Grecia y Alemania son algunos de los casos de éxito a seguir. Todos ellos han mejorado las estadísticas referidas al tema luego de implementados los protocolos o las nuevas políticas.

Tenemos un gran desafío en cuando al deporte juvenil de cara al próximo octubre, cuando miles de jóvenes atletas de todo el mundo visitarán nuestro país para disputar los Juegos Olímpicos de la Juventud.

Hoy, la Justicia está tratando de esclarecer, actuando con todo el peso de la ley frente a hechos ya sucedidos. Esperemos que en el futuro podamos prevenirlos, y no haya nada que lamentar.

(*): Diputado nacional por el Frente para la Victoria-PJ. Presidente de la comisión de Deportes de la Cámara de Diputados.