La fiscalía, la querella y la defensa presentaron un escrito con las medidas de pruebas en la causa de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años que murió en 2016 y que aún si intenta determinar si se trató o no de una violación seguida de femicidio.

La causa por la muerte de Lucía Pérez ya fue aprobada por el juez de Garantías Gabriel Bombini para que se resolviera en un juicio oral y público por la necesidad de “ventilar la totalidad de las hipótesis posibles en el debate oral”.

La entrega de las medidas de prueba que realizaron las partes es una de las instancias lógicas antes de la llegada del juicio. El fiscal Daniel Vicente y la familia de Lucía Pérez presentaron sus pruebas y testigos, mientras que la defensa de los imputados presentó cerca de 70 testigos, entre allegados y peritos.

El juez del Tribunal Oral en lo Criminal N°1, Aldo Daniel Carnevale, aceptó los escritos de las partes con las medidas probatorias y dispuso que el martes 10 de abril a la mañana se realice en Tribunales la audiencia en la que los imputados Matías Farías y Juan Pablo Offidani comparezcan antes del juicio.

Para realizar la audiencia, y como los imputados se encuentran detenidos, el juez Carnevale libró un oficio para las autoridades penitenciares de la Unidad Penal 44 de Batán para que extremen las medidas de seguridad para trasladar a Farías y Offidani a Tribunales.

Matías Farías se encuentra imputado por “abuso sexual con acceso carnal agravado por el resultado muerte y el suministro de estupefacientes en concurso ideal con femicidio”, mientras que Offidani será juzgado como “partícipe secundario” por esos delitos.

Además, en el juicio también se determinará si Farías y Offidani son responsables del delito de “tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad”, y si Alejandro Maciel incurrió en “encubrimiento agravado”.

El hecho

Farías (24) y Lucía Pérez (16) se habían conocido el 7 de octubre en las adyacencias de la escuela a la que asistía la menor, en Juan B. Justo al 700. Allí Farías, junto a Offidani, le vendió marihuana a la menor y siguieron en contacto telefónico a la noche y a la madrugada ya del sábado. Finalmente en horas de la mañana Farías y Offidani pasaron a buscar a Lucía por su casa y se fueron hacia la vivienda del primero, en Racedo al 4500 del barrio Alfar.

La investigación comprobó que Offidani solo ofició de chofer y que recién reapareció a las 14.30, acompañado por Maciel. En esas circunstancias Farías les pidió ayuda porque Lucía se había desmayado -las pericias y la declaración de él confirmaron que hubo relaciones sexuales violentas y consumo de drogas.

Para la fiscal María Isabel Sánchez -quien dejó la causa al pedir licencia psiquiátrica-, en base a un informe inicial preliminar, el cuerpo fue lavado y acondicionado con el fin de borrar rastros. Luego fue llevado a una sala de salud de Playa Serena donde, pese a los esfuerzos médicos, se constató el fallecimiento de la menor.

Con el paso de los meses la hipótesis fiscal se fue debilitando, al menos en términos probatorios, ya que no pudo respaldar en la ciencia forense aquella horrorosa versión oficial. Farías, al declarar, aseguró que tuvo relaciones consentidas con Lucía y que consumieron drogas. Que Lucía Pérez se higienizó y sufrió un desmayo.