Imaginate un proceso judicial como cualquier otro. Un divorcio, una sucesión, una adopción. Quizás tengas que resolver un problema con un empleador o un vecino. ¿Cuáles son las imágenes que se te vienen a la mente? ¿Un proceso de varios años de duración y complejo de entender, y un papeleo que parece interminable? O quizás no puedas contar con la ayuda legal que necesitas, y no sepas dónde buscar. La justicia tiene el poder de solucionar muchos problemas cotidianos de los argentinos, pero necesita mejoras para hacerla más accesible y cercana a la gente, en todas las provincias que componen nuestro país. Debemos unir nuestros esfuerzos para lograr cambios reales en la vida de los argentinos.

Entre los tres poderes del Estado estamos coordinando el trabajo para generar estas soluciones en la justicia. Desde el Poder Ejecutivo estamos trabajando en decenas de proyectos por medio del Programa Justicia 2020. Varias de las iniciativas de este programa van a ser tratadas por el Congreso este año y el próximo. Recientemente la Corte Suprema manifestó la necesidad de impulsar varios cambios importantes en el Poder Judicial de la Nación, anunciando un importante plan de reformas que apoyaremos desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Y en cuanto al trabajo en equipo con las provincias, tenemos una herramienta imprescindible de cooperación, el Consejo Federal de Justicia (COFEJUS), que reúne a los ministros de Justicia de todas las provincias. En estos días estamos celebrando la reunión de este espacio federal en la que se coordinan las políticas públicas para la justicia y se construyen los consensos necesarios para su implementación.

Descentralizando

El Consejo, junto con el trabajo que llevan adelante la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales (Jufejus) y el Programa de Apoyo a las Justicias Provinciales del Ministerio de Justicia, ayuda a romper el centralismo que siempre ha marcado nuestra historia como país. En la Argentina de hoy debemos tener muy claro que saldremos adelante con el esfuerzo de todos y con el trabajo que se hace desde cada lugar del país. Sumar los aportes y opiniones de todas las jurisdicciones, intercambiar experiencias y saber con qué problemas se encuentran y, sobre todo, buscar las soluciones juntos, tiene una importancia vital.

Estamos trabajando con todas las provincias del país para modernizar la justicia, tanto civil como penal. Desde el Ministerio estamos apoyando a la implementación de nuevos mecanismos, como el uso de la oralidad en los procesos en la justicia civil, que ya está reduciendo los tiempos de los procesos judiciales y ahorrando recursos a muchas personas y al mismo sistema judicial. Con la oralidad, ese proceso judicial que antes nos parecía interminable puede resolverse en meses. Es una verdadera revolución en la cultura de trabajo de los juzgados, y no la podríamos estar logrando sin la cooperación de los poderes judiciales de gran parte del país.

Otro aspecto muy importante en la renovación de la justicia que estaremos impulsando es la tecnología. Hoy los dispositivos electrónicos ahorran mucho tiempo en nuestras vidas cotidianas, ya sea en el trabajo o el estudio o cuando hacemos un trámite. Y también en la justicia la digitalización y la informatización van a ayudar a resolver cada vez más problemas de los argentinos en menos tiempo. Por medio de la incorporación del expediente digital y la videograbación de las audiencias orales se pueden eliminar las pilas de papeles, y los juicios se aceleran notablemente.

También estamos coordinando la implementación del nuevo Código Procesal Penal, que va a comenzar a regir en Salta y Jujuy a fines de este año y avanzar en los próximos años al resto del país. En la adopción de este nuevo sistema la cooperación es clave, porque son los poderes judiciales los que van a hacer el importante trabajo de cambiar sus sistemas de trabajo. Es un proyecto en el que estamos juntos, y que va a traer la justicia al siglo XXI y hacerla más transparente y ágil.

Fortalecer la mediación

Además, estaremos trabajando junto con diferentes provincias para fortalecer la mediación y los métodos alternativos de resolución de conflictos, mejorar el acceso a la Justicia y llevar la atención legal primaria a muchas personas en situación de vulnerabilidad. Ya llevamos los Centros de Acceso a Justicia (CAJ) a todas las provincias, y estamos inaugurando un corredor norandino para llevar servicios de los Ministerios de Salud y Justicia a poblaciones alejadas en las provincias del norte argentino.
Vamos a trabajar también sobre las reformas penitenciarias, para que las cárceles en todo el país ayuden en la reinserción social de los internos. Estamos impulsando ampliaciones y mejoras en varias cárceles de todo el país y promoviendo penas alternativas a la prisión por medio del uso de dispositivos electrónicos.

Este trabajo y cooperación son claves para construir juntos las soluciones que la Justicia argentina necesita. Tenemos mucho trabajo para hacer, pero la única manera de lograr un cambio verdadero en nuestras instituciones es por el camino de los consensos y la cooperación.