Una nieta recuperada atestigua por el robo de niños en Campo de Mayo
Los imputados en la causa son Santiago Omar Riveros, comandante de Institutos Militares responsable de la represión ilegal en la Zona de Defensa IV, y el médico militar del Hospital Militar de Campo de Mayo Raúl Eugenio Martín.
La nieta restituida María Belén Altamiranda Taranto declarará mañana en el juicio oral y público a un ex jefe militar y un médico por el secuestro de once mujeres y el robo de sus hijos nacidos en cautiverio en la maternidad clandestina de Campo de Mayo, durante la última dictadura.
La audiencia a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 3 se llevará a cabo desde las 10 en Comodoro Py 2002, informaron fuentes de la causa.
El juicio tiene como imputados a Santiago Omar Riveros, por entonces comandante de Institutos Militares responsable de la represión ilegal en la denominada Zona de Defensa IV, y el médico militar del Hospital Militar de Campo de Mayo Raúl Eugenio Martín.
En la audiencia de mañana declararán también Gabriela Taranto, hermana de Rosa Luján Taranto, la madre de María Belén, y Ana María Careaga, sobreviviente del centro clandestino de detención “El Atlético”.
Careaga estuvo en contacto durante su cautiverio con el hermano de Valeria Beláustegui, detenida ilegalmente en Campo de Mayo estando embarazada y es uno de los once casos que se analizarán en el juicio.
Taranto, quien recuperó su identidad en 2007, es hija de Rosa Luján Taranto y Horacio Antonio Altamiranda, militantes del PRT-ERP secuestrados en mayo de 1977, cuando la mujer estaba embarazada de siete meses.
Ambos fueron vistos en el CCD “El Vesubio” y Rosa fue llevada a dar a luz por cesárea, en su octavo mes, al Hospital Militar de Campo de Mayo.
Abuelas de Plaza de Mayo, querellante en el juicio, indicó en un comunicado que la beba fue entregada al Movimiento Familiar Cristiano, que a los tres meses de vida la entregó en adopción.
La joven siempre supo que era adoptada y en 2005 decidió buscar su origen, por lo que se contactó con la filial Córdoba de Abuelas y llevó a cabo análisis genéticos que le permitieron recuperar su identidad.