Por Sebastián Arana

Alvarado le dijo este lunes adiós a la posibilidad de pelear por el primer ascenso a la Primera B Nacional. Su planteo timorato de una primera parte en la que pateó una vez al arco, cuando debía ganar, lo condenó a correr de atrás. Y luego no le alcanzó. Cayó 2-1 ante el sólido Gimnasia de Mendoza, el único invicto de la categoría, blindado además por los numerosos errores del árbitro Méndez Cedro, por la cuarta fecha de la segunda fase del Torneo Federal A de fútbol.

Pocos riesgos, menos ideas. No había otra alternativa que el triunfo para Alvarado, pero fue más de lo mismo. Un equipo plantado para que le lleguen poco, sin profundidad, ni imaginación. Que, para colmo, vio cómo el rival, con astucia, le neutralizaba a su esperanza generadora: Walter Erviti.

Jonathan Garay fue una sombra sobre el “10” y, a veces, contó con la colaboración de uno o dos compañeros. Erviti poco pudo entrar en juego y siempre estuvo bien vigilado. Litre y Lucero tampoco pesaron por los laterales. Y, superados los diez minutos de juego, Albarracín ya debía retroceder mucho para entrar en contacto con la pelota.

Lo único auspicioso del equipo local fue ese arranque. Porque, a falta de presencia en el área y socios para Erviti, presionó arriba y con decisión.

Así generó un par de tiros de esquina. En uno de ellos, Quiles ingresó muy libre para rematar de cabeza un centro de Erviti. Pero su remate se fue apenas desviado.

Esa oportunidad fue la única que generó el equipo de Mauricio Giganti en una primera parte raquítica. El envión se frenó después de los diez minutos iniciales, en coincidencia con la lesión de Saucedo.

Afirmado en la solidez de sus centrales, Gimnasia creció con el correr de los minutos. Y el correcto manejo de sus volantes le entregó la posibilidad de contraatacar con peligro.

Antes del gol, Gimnasia ya había contado con dos chances grandes. A los 13′ Rago salvó con una salida arriesgada y lejana para tapar una llegada vacía de Palacios Alvarenga. Y diez minutos más tarde se lo perdió Becerra, quien definió alto después de una buena jugada individual.

Finalmente, el ex Belgrano no falló. Habilitado por un buen pase de Lucas Fernández, volcado sobre la derecha le ganó en carrera a Castro y definió a los 33′ con un potente zurdazo al primer palo.

Ni ese gol definió a Alvarado. Intentó jugar un poco más adelante, pero sin generar el más mínimo riesgo.

Hasta que en el entretiempo, por fin, Giganti decidió mandar a Susvielles a la cancha en reemplazo de Quiles. Y el equipo mejoró. Caro pasó de lateral, Erviti se retrasó un poco más y jugó con mayor panorama. Pero, sobre todo, Susvielles ingresó bien y fue el mejor socio para Albarracín.

Alvarado se hizo con el protagonismo del partido. Favorecido, en parte, por el conformismo del propio Gimnasia. Los cambios de posiciones de los dos delanteros y las combinaciones por bajo corrieron de eje al seguro fondo cuyano. Bien habilitado por Susvielles, Albarracín, mano a mano, se perdió el empate a los 2′. Minutos después, a pase de Albarracín, Viola le tapó el mano a mano a Susvielles en una maniobra que nadie entendió como Méndez Cedro, de pésimo arbitraje, invalidó.

Finalmente, a los 12′, tras tiro libre de Erviti, Litre bajó de cabeza y Susvielles, con otro cabezazo, marcó el empate. Llenando de esperanzas al equipo y evidenciando el error del técnico al dejarlo en el banco.

Gimnasia reaccionó bien a ese tanto. Volvió a pararse unos metros más adelante. Le discutió más a Alvarado la posesión de la pelota. Sus jugadores, favorecidos por el permisivo Méndez Cedro, empezaron a meter fuerte para equilibrar.

El partido estaba para cualquiera y Viola le ganó otro mano a mano a Susvielles. Hasta que Cucchi a los 24′ remató desde la puerta del área y su disparo tropezó con la mano de Paulucci, El árbitro no dudó y dio el penal. Palacios Alvarenga lo convirtió con un remate esquinado y volvió a empinar la cuesta.

Gimnasia otra vez optó por el encierro. Más allá de la voluntad de Susvielles, Alvarado ya no encontró la llave para abrirlo. Cuando Erviti frotó la lámpara jugando un tiro libre rápido para poner cara a cara al pampeano, Méndez Cedro volvió a invalidar Dios sabe por qué.
Así pasó, prácticamente, la chance de pelear por el primer ascenso para el equipo marplatense. Regalando un tiempo. En la ocasión más apremiante y ante el peor rival.

La síntesis
Alvarado 1

Juan Francisco Rago (6); Quiles (5), Paulucci (5), Gastón Martínez (5) y Mauro Castro (4); Palisi (6); Litre (5), Pablo Saucedo (-), Walter Erviti (6) y Gonzalo Lucero (4); Albarracín (5). DT: Mauricio Giganti.

Gimnasia (Mendoza) 2

Ezequiel Viola (7); Diego López (5), Mondino (6), Yair Marín (6) y Alan Barbero (5); Lucas Fernández (6), Agustín Briones (5), Jonathan Garay (7) y Cucchi (5); Leandro Becerra (7) y Palacios Alvarenga (6). DT: Marcelo Fuentes.

Goles: en el primer tiempo, 33′ Becerra; en el segundo tiempo, 12′ Susvielles y 26′ Palacios Alvarenga, de penal.

Cambios: en el primer tiempo, 10′ Matías Caro (5) por Saucedo; en el segundo tiempo, en el inicio, Susvielles (7) por Quiles, 28′ Molina por Albarracín, 29′ Cortizo por Briones, 34′ Ramírez Montenegro por Garay y 40′ Agudiak por Palacios Alvarenga.

Cancha: Estadio “José María Minella” (muy buena).
Arbitro: Gerardo Méndez Cedro (3).

Así quedaron las posiciones tras completarse la cuarta fecha