Con más de 2.500 stands y novedades como un espacio destinado a editoriales noveles y un ciclo que da cuenta del fenómeno de los booktubers, el próximo 21 arrancará una nueva edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que alineada con un año de efemérides múltiples ofrecerá actividades y espectáculos dedicados a Shakespeare, Borges, Cervantes y Rubén Darío, según adelantó su director, Oche Califa.
Sin sobresaltos en la recta final hacia la apertura, prevista para el 21 de abril con el discurso inaugural del escritor y futuro director de la Biblioteca Nacional Alberto Manguel, el hito máximo de la industria editorial abultará unas 1.500 actividades sobre una superficie de 45.000 metros cuadrados que toma casi la totalidad del espacio disponible en el predio La Rural.
En un año cifrado por las efemérides y la participación de Santiago de Compostela como ciudad invitada, las expectativas están puestas en la presencia de dos premios Nobel de Literatura -el peruano Mario Vargas Llosa y el sudafricano John Coetzee- además de otras visitas internacionales como el italiano Paolo Giordano, el chileno Alberto Fuguet, el nicaragüense Sergio Ramírez, el peruano Jaime Bayly y la española Milena Busquets, entre otros.
“En esta edición, las efemérides van a trazar en gran parte la agenda de la Feria ya que tenemos un montón de actividades en torno a los aniversarios de Shakespeare, Cervantes, Borges, Rubén Darío y el Inca Garcilaso. Habrá en ese sentido varias mesas de homenaje y un debate histórico en el ciclo Bicentenario dedicado a ellos. En el caso de Shakespeare, a él estará dedicada la Maratón de Lectura”, destaca Califa a Télam.
“El segmento de Encuentro Internacional se va a llamar este año ‘Un Borges para el siglo XXI’ y reunirá a catedráticos españoles que llegarán a Buenos Aires para participar de sus charlas, junto con la directora de la Biblioteca Borges del Centro Cervantes de Nueva York -señala-. La figura de Borges también será evocada en una actividad que se realizará el primer sábado de la Feria y en un certamen de preguntas y respuestas titulado “Lecturas argentinas”.
Otra de las propuestas medulares será el espacio dedicado a los booktubers, la camada de jóvenes lectores que dan a conocer sus filiaciones literarias por distintos canales en la web y que además de posicionarse como referentes para el segmento juvenil rivalizan con los suplementos literarios en su valoración de sagas y géneros, en especial el fantasy y el terror.
“La Feria tiene la responsabilidad de estar atenta a lo que surge en el mundo del libro. Estos adolescentes con una posición tan activa que toman un canal en youtube para comentar la literatura que les gusta y la que no, componen un fenómeno reciente que no podíamos dejar de advertir y asimilar”, indica Califa, que se hizo cargo de la dirección de la Fundación El Libro -organizadora del evento- hace poco más de un año tras la renuncia de Gabriela Adamo.
“Integrar este nuevo fenómeno como el de los booktubers es una manera de demostrar lo erróneas que resultaron las profecías que decían que por los soportes digitales se nos iban a fugar los lectores, es decir, que el libro no iba a poder competir con la web ni con la televisión. Lo que ha ocurrido, por el contrario, es que esos dos soportes nos trajeron nuevos lectores”, analiza.
En línea con el Encuentro Internacional de Booktubers llegarán como invitados una serie de autores que lideran las preferencias de este nicho, como Rick Yancey -autor de la muy vendida “La quinta ola”, con inminente versión cinematográfica-, el español Javier Ruescas y la norteamericana Sophie Jordan.
La encrucijada actual del mercado editorial -el incremento en la cantidad de títulos publicados que vuelve imposible la exhibición equitativa de las novedades en las librerías y otros sistemas de expendio- se colará de alguna manera en la agenda de la Feria con “Nuevo Barrio”, un espacio emplazado en el Pabellón Amarillo que alojará las novedades de sellos pequeños con dificultades para ganar visibilidad en lo anaqueles.
“La Feria debe ser siempre un lugar democrático donde se pueda ver todo lo que se produce. A nosotros nos preocupa la situación de circulación y visibilidad de toda la bibliodiversidad. En ese sentido, creemos que hay que ayudar al canal librero que en definitiva es el que garantiza que los libros estén presentes y lleguen al lector”, explica Califa.
“En el caso de las pequeñas editoriales hemos generado el espacio Nuevo Barrio, que estará integrado por una serie de stands que concedemos de manera gratuita a editoriales que nunca estuvieron en la Feria o que tuvieron que discontinuar su presencia. Esta convocatoria se hizo a nivel mundial -tuvimos 180 postulaciones- y finalmente seleccionamos doce: una de México, una de Colombia, una de Uruguay, una de Córdoba, una de Chaco, otra de Bahía Blanca y el resto de Capital Federal”, precisa.
Califa sostiene que a pesar de su frecuencia episódica, la Feria debe seducir “al lector real y no al comprador ocasional de libros”.
“En función de eso hemos desarrollado este año distintas campañas de promoción del libro. Creemos que hay que aumentar la meseta lectora. Está muy bien tener picos de lectura como ocurre durante la Feria pero más allá de esos hitos, necesitamos que el piso sostenido esté más alto. Eso es lo que garantizan justamente los lectores reales”, subraya.
Califa indica también que en esta edición se reeditará el polo latinoamericano de escritores, con el propósito de “reconstituir el vínculo de los escritores de nuestra propia lengua y el diálogo de las provincias”.
La Feria del Libro quedará inaugurada el jueves 21 de abril a las 18.30 con el discurso de Manguel y se podrá visitar de lunes a viernes de 14 a 22 y los fines de semana, de 13 a 22. Los stands de los expositores estarán distribuidos en los Pabellones Amarillo, Azul, Verde, Ocre y 9 (Hall Central).
Además, entre el 19 y el 21 de abril tendrán lugar en el marco de la Feria las Jornadas Profesionales, un espacio de intercambio en el que participan escritores, docentes y editores.