Rosangela Almeida dos Santos (37) fue enterrada viva por error y murió luego de once días en su tumba en Barreiras, en el estado brasileño de Bahía. Los médicos la habían dado por muerta tras sufrir dos paros cardíacos como producto de un shock séptico.

Sin embargo, algunas sospechas por parte de los vecinos del cementerio llevaron a que el pasado viernes se exhumara su cadáver, revelando lo peor: la mujer fue enterrada viva.

Según los informes médicos difundidos por la prensa local, Rosangela sufría desmayos desde que tenía siete años y por ello tomaba medicamentos anticonvulsivos.

En uno de estos ataques, su familia decidió llevarla al Hospital do Oeste en Barreiras, en el estado brasileño de Bahía, donde estuvo ingresada una semana hasta que los sanitarios aseguraron que había fallecido.

Al día siguiente, su familia decidió enterrarla en una tumba en el cementerio municipal de su ciudad natal, Riachao das Neves. Unos 11 días después de haber sido sepultada, los vecinos que vivían en la calle al lado del cementerio dieron la alarma a la Policía después de escuchar “gritos, golpes y gemidos” provenientes del interior de la tumba de la mujer.

La madre de la supuesta fallecida, Germana de Almeida, ha explicado a los medios que cuando sacaron el ataúd encontraron lesiones en el cuerpo de la víctima que no tenían cuando la enterraron.

La familia, que cree con firmeza que la mujer fue declarada muerta por error, ha denunciado el incidente a la policía.

Un portavoz del Hospital de Oeste que la declaró muerta dijo que “proporcionará toda la información necesaria que se les solicite a la familia y las autoridades”.