Marta González está haciendo temporada en Mar del Plata con “El show de la menopausia“. Su rol, como “la más vieja de las cinco amigas” que cantan, bailan y reflexionan sobre esa etapa de la vida, en clave de humor, le valió el Estrella de Mar en el rubro Actuación Protagónica Femenina de Comedia, pero no es el único reconocimiento de estos días. Mañana, en el Concejo Deliberante, recibirá una distinción, por sus cincuenta temporadas en la ciudad, donde ha participado de grandes éxitos.

“Estoy muy agradecida y recuerdo claramente lo primero que hice en Mar del Plata. No fue en temporada, fue una función especial de ‘Ella, la gata’. Los Toledo nos llevaron al supermercado y fue una sensación, desbordó de gente que quería vernos, aunque después, en el teatro, no hubo tanta gente”, rememoró la actriz en una charla con este medio.

Luego de esa experiencia, con Enrique Liporace y Pedro Aleandro, hizo temporada con “Los maridos engañan de 7 a 9”, de Darío Vittori, también con Enrique Liporace, en el teatro Lido.

Fue el inicio de una relación laboral con la ciudad que se continuó a lo largo de los años y que, además, se convirtió en referente de su vida. “Aquí vine de luna de miel una semana, después de mi casamiento, aquí concebí a mi hijo y a mi hija también. Aquí venía con mis padres y mis hijos cada verano, de esos en los que nos instalábamos a principios de diciembre y hasta marzo y en el teatro llenábamos cada noche” recuerda la actriz que asegura que, a lo largo de su vida “el teatro ha sido mi salvación”.

“Agradezco a Dios porque me salvó de muchísimas cosas y a mis padres que me dieron la posibilidad de seguir esta carrera que amo profundamente y que me ha dado fuerzas en los momentos más duros de mi vida. El teatro ha sido mi salvación, porque lo que se hace con amor, con pasión es lo mejor. Y el teatro es un trabajo en el que uno da, pero es mucho más lo que recibe”, confió la actriz, que entre otras temporadas trabajó en “Taxi”, con Ricardo Darín y Carlos Calvo, trabajó también con Susana Campos, con Guillermo Francella y Claudio García Satur (en Queridos Atorrantes, en el Teatro Regina, en 1991), entre tantos otros. “Estaba en Pobres angelitas en 1994, cuando nació mi nieta”, rememora.

El primer premio Estrella de Mar le llegó por su papel en “Las chicas del calendario” y ahora, volvió a recibirlo con esta nueva comedia en la que “actuamos, cantamos y bailamos y con la que nos está yendo muy bien, como en las mejores épocas de las temporadas de Mar del Plata”, reconoció.

Si bien recuerda que hizo tres obras antes en las que cantaba -Aplausos, con Libertad Lamarque, Discepolín, donde hacía de Tania, y La fama es una vida absurda-, “esta es especial, porque tiene mucha comicidad y es genial verlo, además porque mis compañeras, María Valenzuela, Reina Reech, María Carámbula y Ernestina Pais son divinas, nos acompañamos y realmente lo pasamos bien”.

González reconoce que a veces, tanta intensidad “cansa un poco”, pero asegura que “cuando llegás al escenario y la gente se divierte, es el mejor remedio que puede tener un actor, te olvidás de todo”.

Marta González ha hecho temporadas no sólo en Mar del Plata sino en muchas otras plazas, algunas de las cuales actualmente no cuentan con producciones. “Hice temporadas enteras en Necochea, Miramar y Santa Teresita, además de en Carlos Paz, pero la verdad es que Mar del Plata me encanta, tiene de todo, tengo los mejores recuerdos y era la ciudad que más le gustaba a mi madre y, claro, es bella por donde se la mire”.

Marta González viene de una familia del mundo artístico. Su mamá era jefa de vestuario de Canal 9 y ella hizo sus primeras apariciones siendo una niña de apenas 3 años. “Siempre trabajé. Ese es el ejemplo que tuve de mi familia. Una familia que era pobre y todo lo que tuvo fue gracias al esfuerzo y al trabajo. Es lo que aprendí. Y es lo que me ha llevado, cuando no he tenido trabajo de actriz, a trabajar en vestuario, con mamá, y no se me han caído los anillos. Y por eso estoy orgullosa de haber llegado a todos lados y acá, hoy, con mi esfuerzo personal”.