Una de las polémicas que se genera todos los veranos en la ciudad se desarrolla alrededor de los precios, de productos de distinto rubro, pero de consumo cotidiano. Para evitar problemas y atraer a los turistas, los distintos sectores que conforman el ámbito turístico sugirieron para esta temporada mantener una políticas de precios cuidados y no aprovecharse de los aumentos

Así como Mar del Plata ofrece un abanico de actividades contemplando todas las edades y gustos, los precios apuntan a contentar todos los bolsillos.

Mariana y Flavio se escaparon cuatro días “sin los chicos”, que quedaron en la casa de Morón y se instalaron en un apart hotel cerca del sector playero al que asistieron religiosamente: Playa Grande.

“Hay variedad de precios, no nos parece tan caro, es más, diría que es bastante accesible”, señaló Mariana ante la consulta de LA CAPITAL.

“Si caminás -opinó él- encontrás precios para todos los bolsillos”. Si bien no asistieron a ninguna obra teatral -“las entradas cuestan lo mismo que en Buenos Aires”- contaron que no se privaron de pequeños gustos, como “tomar un café o una cerveza en la playa e ir a comer”.

En las antípodas de los habitantes del Oeste bonaerense se mostraron los jóvenes Benjamín, Pablo, Franco y Daniel (que tienen entre 21 y 22 años), ya que aseguraron que trajeron “el auto cargado de alcohol porque acá es mucho más caro”.

Desde Santiago del Estero, Bárbara y María llegaron junto a sus familias.

Quejas

Cargando una heladerita que contenía botellas de fernet, gin y campari, entre otras variedades etílicas, los porteños se instalan después del mediodía en Playa Grande, donde al final de la tarde inician la previa sobre la arena.

En un departamento propio, en el que permanecerán durante toda la primera quincena, contaron: “Nos arreglamos con la comida, pero los tragos acá son mucho más caros, tanto en el boliche como en la playa. Por eso nos trajimos todo”.

La opinión fue compartida por Bárbara y María, que llegaron desde Santiago del Estero junto a sus familias. “A veces nos invitan, otras hay que pagar, tanto a la noche como en el `after beach´, y es más caro acá”. Por el gasto en comida no se preocupan porque está contemplado en al presupuesto familiar, pero las adolescentes deben administrar para “poder salir todas las noches”.

“Muy caro”, describieron en inglés Thomas, Michael y Kevin, que llegaron desde Austria -previo paso por Buenos Aires- para pasar tres días en un hotel de Playa Grande tentados “por la playa y las chicas”.
A pesar del cambio, opinaron que los precios en general en Mar del Plata son “mucho más caros que en Austria” pero aseguraron que apelan a las tarjetas de crédito para no dejar de hacer cosas.

Los austríacos Thomas, Michael y Kevin se quejaron por los precios altos.

Caminar

Valeria llegó desde Buenos Aires para pasar 10 días junto a su familia (hijos y sobrinos), que suman 9 personas así que “hay que caminar para encontrar precios y dejar contentos a todos. Imaginate que todos quieren hacer su programa”.

Además de ir a la playa, ya fueron a comer al Puerto. “Antes de sentarnos en un lugar caminamos, nos fijamos los precios, comparamos y después decidimos”, contó la mujer.

Esa suele ser la alternativa que maneja la familia para poder dejar contentos a todos. “Hay que caminar y se encuentran buenos precios, accesibles”, relató su sobrino veinteñero que suele ir a pasear por la Peatonal a la noche.

Juan y su mujer Lorena, que llegaron desde Las Totoras (Santa Fe) junto a sus hijos Pilar, Jazmín y Juan Ignacio, consideraron que “nos manejamos, básicamente, con el supermercado, y notamos que está todo más barato que en nuestro pueblo”.

Para los jóvenes Benjamín, Pablo, Franco y Daniel el precio del alcohol en la ciudad es superior a los existentes en Buenos Aires.

La familia alquiló una casa para pasar toda la semana y reparten su tiempo “en las playas, vamos recorriendo desde el sur al norte” y hasta ahora la mayor erogación fue “alquilar una carpa en el balneario 12 de Punta Mogotes, pero fue medio al cuete porque nos lo pasamos en el agua”, contó el padre de familia.

Al ser la primera vez que pisan “La Feliz”, decidieron “tener esa experiencia en la playa, pero ahora preferimos venir con la sombrilla y gastamos esa plata en otra cosa”.

Entre las excursiones ciudadanas figuró la ida “al puerto” y entre las salidas futuras está “ir a comer, no mucho más”.
El menú de precios en Mar del Plata, como la cartelera de espectáculos, cuenta con precios para todas las opciones.