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Deportes 9 de enero de 2018

Argentino encendió las alarmas

Los juninenses desnudaron las fallas de Quilmes y Peñarol.

por Sebastián Arana

Argentino de Junín, con dos bajas sensibles como las de Luis Cequeira y Anthony Kent, encendió luces de alarma en los dos equipos marplatenses de Liga Nacional de Básquetbol y, de paso, se fue con las alforjas llenas de Mar del Plata.

El “Turco”, siempre de perfil bajo, saliendo al mercado una vez que se armaron casi todos sus rivales, supo “reinventarse” una vez más para burlar los pronósticos pesimistas y ser competitivo. Ya consiguió cuatro triunfos en la ruta (Quimsa, Salta Básket, Quilmes y Peñarol) y pareciera que no lo rozará la pelea por evitar el play-offs para mantener la categoría.

El fin de semana le sacó una radiografía a los problemas de Quilmes y Peñarol y los sacó de la zona de confort de la mitad de la tabla.

Al equipo de Javier Bianchelli lo puso cara a cara con su fragilidad en casa, sus problemas defensivos y su dependencia de Eric Flor.

Quilmes jugó cuatro partidos como local en fila y cedió tres. Y no enfrentó a rivales de punta. Además de Argentino perdió con Comunicaciones de Mercedes (aquí logró su único triunfo del certamen) e Hispano Americano de Río Gallegos. Ahora deberá levantar en la ruta los pagarés que firmó en el Polideportivo.

Más allá de los resultados, los “tricolores” volvieron a provocar sensación de endeblez defensiva: 85 puntos en contra de local son muchos. El equipo recibe 86,1 por juego, la sexta defensa más floja de la competencia.

Tampoco Quilmes pudo superar otra noche errática de Eric Flor. Salvo en la caída frente a Comunicaciones, cada vez que el goleador anotó por debajo de la línea de los veinte puntos, el equipo perdió.
Peñarol terminó su duelo frente a Argentino con similar o mayor preocupación. Porque los juninenses no jugaron un partido superlativo, ni mucho menos.

A favor de Peñarol no hay que olvidar que no contó con Lamonte, que Leiva se lesionó a los tres minutos y medio del cuarto inicial y que Pettigrew llegó el mismo día del partido. Argumentos que pierden fuerza cuando se comparan con las importantes bajas que también sufrieron los juninenses.

Al equipo “milrayitas” le faltaron los puntos de Lamonte para llegar a su promedio anotador global. Pero, sin él, también es cierto que el equipo defendió mejor. Superándose claramente en relación a casi todos los partidos anteriores.

Con “La Cobra” en cancha acaso la suerte del partido pudo ser otra. Tal vez sí, tal vez no. Pero el equipo hubiera atacado más o menos igual. Con poco pase, basando gran parte de su caudal ofensivo en acciones individuales, dependiendo de la puntería exterior.

Hasta aquí Peñarol no ha terminado de resolver un dilema que marca su campaña: el del base que juega, pero no hace jugar. Nicolás Gianella suele ser el más desequilibrante y gracias a él se ganaron un par de partidos en la ruta en la última pelota. Pero el juego colectivo sigue sin fluir.

Espera por duplicado

La de ayer fue una jornada marcada por la incertidumbre en Peñarol. Por un lado, Martín Leiva, quien salió prematuramente del partido ante Argentino de Junín por un traumatismo en la rótula de la rodilla izquierda, se sometió a una resonancia magnética. Pero los resultados de los estudios se conocerán hoy.
El otro tema que preocupa en las filas “milrayitas” es el regreso a Mar del Plata de Kyle LaMonte. Tampoco hubo novedades al respecto. El estadounidense no pudo reunirse con la habilitación del FBI y, en consecuencia, no abordó ayer el vuelo que tenía previsto.
Esperan que pueda hacerlo hoy. De lo contrario, llegará muy sobre la hora del cotejo del próximo viernes ante San Lorenzo.



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