En el marco de una conferencia de prensa que tuvo lugar en el Concejo Deliberante de Mar del Plata, referentes de la lucha por los Derechos Humanos convocaron a la comunidad a marchar, mañana a las 18, en repudio a la domiciliaria del represor Miguel Etchecolatz. El punto de encuentro será el monumento al General San Martín, en Luro y Mitre. Esta tarde también protagonizarán un escrache en la casa del condenado, en el Bosque Peralta Ramos.

La convocatoria se realizó ante un recinto repleto, bajo las sentidas palabras de referentes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, como Ledda Barreiro y Taty Almeida; representantes de familiares de desaparecidos detenidos como Catalina “Lita” de Boitano y Rubén López, hijo de Jorge Julio López; sobrevivientes de la Noche de Lápices, Emilce Moler y Pablo Díaz; e hijos “desobedientes” de represores.

“La justicia debería ser ciega y ser independiente, por eso su imagen la simboliza una mujer, que vendó sus propios ojos para voluntariamente mantener la equidad y de esta manera sostener la balanza en un justo equilibrio. Las posturas y decisiones de varios políticos, empresarios vinculados al poder estatal y las sentencias de sus jueces adictos han logrado transformar esa imagen inmaculada en la figura de un ser sometido, cuya venda fue reemplazada por una capucha, en total desprecio por los hechos y en sus manos ya no existe el equilibrio, puesto que ahora lleva esposas y está sometida”, inició en su lectura del comunicado oficial, Ledda.

A lo largo de todo el acto, tanto en la lectura del texto final como en las diferentes intervenciones de los oradores presentes, se apuntó de manera directa y concreta al accionar judicial y al contexto político que actualmente atraviesa el país. Las críticas al gobierno de Mauricio Macri y las acusaciones respecto la posibilidad de que autoridades políticas aliente a los jueces a resolver dictamines como el de Etchecolatz estuvieron al orden del día.

“Las actuales autoridades gubernamentales y una parte importante del sector corporativo judicial, como hace 40 años, funcionan como instrumento para amedrentar, someter, perseguir y amparar acciones violentas de las fuerzas
de seguridad contra los militantes y luchadores populares han generado un hecho que engloba y sintetiza las ya cientos de prisiones domiciliarias otorgadas a genocidas, las posiciones oficiales tendientes a relativizar el
horror y el engaño al que se ve sometida la sociedad en su conjunto, que creía que este era un tema en vías de saldarse definitivamente y que se ve agredida por esta decisión judicial y política de enviar a Etchecolatz a su casa”, señaló la titular de la Filial de Abuelas de Plaza de Mayo en Mar del Plata.

Para las organizaciones convocantes, los “jueces, alentados por el gobierno, nos pasan sus resoluciones de impunidad por el tejido de nuestra memoria, por nuestras heridas como sociedad, con la misma perversión silenciosa y la sonrisa siniestra con la que Etchecolatz pasaba sus herramientas de tortura en el cuerpo de las Madres, de nuestras hijas e hijos adolescentes, arrancado los bebés como trofeos”.

Uno de los momentos de mayor conmoción, llegó cuando Ledda recordó un fragmento de la última declaración contra el represor que hiciera el militante y albañil Jorge Julio López a días de desaparecer por segunda vez. “Junto a mí, en un camastro, había una chica atada. Etchecolatz le pasaba la picana por todo el cuerpo. Ella, llorando, le pidió ‘por favor, lleveme presa para toda la vida, haga lo que quiera, pero deje que crie a mi beba’, entonces él le pegó un tiro en la cabeza…”.

Por su parte, Rubén López, también presente y receptor de un cálido aplauso que perduró más de lo habitual, señaló su tristeza de tener que volver a “reclamar que los genocidas no queden sueltos, que cumplan cárcel efectiva como corresponde”.

“El año pasado fue un año de mierda. Lisa y llanamente. Quisieron correr el Día de la Memoria, y no lo lograron; quisieron imponer el 2×1 y no lo lograron; desaparecieron a Santiago, y lo encontraron, muerto. Hace algunos días premiaron a quien suponemos que fue el culpable con un ascenso. Ese es el pensamiento de este gobierno, así que muchas explicaciones no podemos dar”, señaló.

Para el hijo de López, la resolución judicial no es más que la “libertad domiciliaria” del represor, principal sospechoso de la desaparición de su padre.

“Están indultando a los genocidas porque necesitan liberar las cárceles para meter presos a aquellos que defienden al pueblo. Caso Milagro Sala y tantos otros dirigentes”, señaló.