Momentos de tensión se vivieron esta mañana en la inauguración de las playas públicas equipadas por la Provincia de Buenos Aires, cuando la gobernadora María Eugenia Vidal fue increpada abordo de su camioneta por un grupo de más de cincuenta guardavidas que se encontraban reclamando por la falta de pago de trabajadores y otros inconvenientes del sector.

“¿A usted le parece que esta es la manera de pelear por  ocho compañeros?”, se le escuchó decir a Vidal, mientras el titular del Sindicato de Guardavidas y Afines, Néstor Nardone, le pedía disculpas por los disturbios ocasionados y le transmitía las razones del descontentos de los afiliados al gremio.

Los inconvenientes se suscitaron minutos después de finalizado el acto en Constitución y la costa, cuando la gobernadora subió a su camioneta junto a parte de su equipo de trabajo y se dispuso a dirigirse a un encuentro con la prensa en otro sector de la ciudad. En ese momento, los guardavidas que se encontraban apostados en la costa desde temprano en la mañana pidiendo mantener una reunión, se abalanzaron contra la camioneta impidiendo su paso.

Inmediatamente, efectivos de la policía bonaerense y de infantería rodearon el automóvil, protagonizando algunos empujones y forcejeos con los manifestantes. Esta situación llevó a la gobernadora a descender del vehículo de manera vehemente y ponerse al frente de la protesta.

Visiblemente sorprendido y sobrepasado por la situación, el titular del Sindicato de Guardavidas, Néstor Nardone, pidió a los presentes “tranquilidad” y se interpuso entre el grupo de enojados manifestantes y la gobernadora, quien repitió reiteradas veces su disconformidad con la “violencia” del reclamo.

“Intentamos llegar por todos los medios y no pudimos”, señalaba el dirigente, al tiempo que se disculpaba por la situación vivida.

En respuesta, Vidal aseguró que ella “recibe a todo el mundo”, y recordó su reunión ayer con los familiares de víctimas del delito. A su vez, le explicó que ella fue anoticiada de la presencia de los trabajadores pocos minutos antes de salir, por lo que había acordado que la cúpula del sindicato iba a mantener una reunión informal con el secretario general de la gobernación, Fabián Perechodnik.

“Me voy a quedar en Mar del Plata ocho días, ¿a ustedes les parece que esta esta violencia es la manera?”, indicó, notablemente enojada.