Un adolescente de 17 años fue a esperar a otro menor a la salida de la escuela para resolver a las trompadas un problema de vieja data y, en plena pelea, agarró el cuello de una botella y lo apuñaló en reiteradas oportunidades. La víctima tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital, mientras que el agresor fue detenido y luego liberada por la jueza de garantías que consideró al episodio como “lesiones leves”.

El fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Walter Martínez Soto, había imputado al agresor por el delito de “tentativa de homicidio” y había solicitado su prisión preventiva. Sin embargo, para la jueza de garantías del fuero, el hecho se trato sólo de “lesiones leves” y por eso le concedió la libertad.

Los problemas entre estos dos menores datan de hace unos dos meses, cuando tuvieron una fuerte pelea en el Parque San Martín a la salida de un boliche en la costa. En esa oportunidad, el adolescente de 17 quedó detenido por las agresiones y le juró al otro joven que se vengaría.

Esa venganza llegó el pasado lunes a la salida de la Escuela Media N°7, ubicada en Garay entre Mendoza y Viamonte, establecimiento al que concurre la víctima y el hermano del victimario.

Ese lunes, el hermano del agresor debía rendir un examen, por lo que el adolescente de 17 lo acompañó y, al encontrarse con el otro joven con que había tenido problemas en el pasado acordaron “resolver” sus diferencias en una pelea a la salida de la escuela.

Cerca de las 19, la víctima salió de la escuela y fue a buscar al otro joven para pelearse, quien lo esperaba armado con el cuello de una botella junto a su armado. La víctima fue cortado en varios lugares del cuerpo, siendo los cortes más importantes dos que recibió desde atrás hacia delante en la zona derecha a la altura de las costillas.

Personal policial, alertado por esta pelea fue hasta el lugar y detuvo al agresor. Por su parte la víctima tuvo que ser llevada de urgencia al Hospital Interzonal, donde le realizaron las curaciones necesarias y le practicaron dos tomografías para confirmar que no había sufrido lesiones hepáticas por los profundos cortes.

Para el fiscal Martínez Soto el hecho fue un claro intento de homicidio, en el que el joven de 17 lo esperó a la salida del colegio y, armado, lo atacó.

Como el agresor quedó en libertad y la víctima, mientras estaba internado, lo amenazó en redes sociales con una futura venganza, el fiscal decidió ordenar una restricción mutua, para que no se acerquen y evitar así otro conflicto.