“Todo en Fuerza Bruta se alínea detrás de la música”
Se acerca el momento del estreno de Wayra en el Centro Cultural Estación Terminal Sur del Paseo Aldrey. Matías Gandulfo contó algunas particularidades del trabajo en la compañía.
Desde el 18 de diciembre Fuerza Bruta estará de nuevo en Mar del Plata. Esta vez con Wayra, la puesta con la que diferentes elencos de la compañía llevan dos años recorriendo el mundo.
Este particular espectáculo que busca activar los sentidos de los espectadores se está instalando en el Centro Cultural Estación Terminal Sur del Paseo Aldrey.
A poco de conocerse el desembarco del equipo de Diqui James(dirección), Gaby Kerpel (composición musical), Alejandro García (dirección técnica) y Fabio D’Aquila (coordinación general) en la temporada veraniega, los artistas ofrecieron una muestra de la propuesta en el marco del Personal Fest y, en esa oportunidad, LA CAPITAL pudo conversar con Matías Gandulfo, ingeniero de sonido y parte del equipo de trabajo de Kerpel.
“Es un producto cien por ciento argentino” valoró Gandulfo, un correntino que estudió ingeniería de sonido en la Universidad de Morón porque grabando con su banda de rock “me di cuenta de que me gustaba más lo que se hacía en las consolas que lo que estaba haciendo con la guitarra”.
Matías ofreció, en una charla con este medio, un concepto básico que define el trabajo en esta compañía que tiene varios elencos trabajando de forma simultánea en diferentes lugares del país y del mundo y que, hace meses está triunfando, entre otros lugares, en Tokio: “Todo en Fuerza Bruta se alínea detrás de la música”.
“Gaby Kerpel trabaja la composición musical en su estudio. Mi trabajo es en la parte técnica de su creación. Pero se trata de un trabajo muy fluido, intervienen muchísimas áreas, ninguna trabaja aisladamente. Se arma y se prueba en vivo, para compaginarlo, por ejemplo, con los tiempos de bajada de la pileta, con las luces, con las coreografías”.
La primera experiencia de show de Gandulfo fue en el armado de todo el espectáculo para Japón, en el que una delegación de técnicos y artistas viajó para capacitar y formar a técnicos y artistas japoneses -antes había sido a la inversa- hasta dejar montada y aceitada toda la performance. “Se trabajó todo en conjunto, con la música, coreografía, luces, etc.”. En ese caso el espectáculo “se montó, ensayó, probó -hay mucho ensayo y error hasta que queda perfecto- y quedó en manos de la gente de allá”.
Para Gandulfo, el trabajo en Fuerza Bruta “fue mi primera experiencia en teatro, con esta gente que tiene muchísima trayectoria desde La organización negra, De la guarda. Generalmente trabajaba con bandas, estaba trabajando en el estudio de grabación Unísono -el que fundó Gustavo Cerati- y me surgió esto. Es genial, porque te metés en una cosa, se te van abriendo diferentes puertas y podés terminar en otras completamente diferentes”.
En el caso de Fuerza Bruta, valoró que “el desafío que tiene es que no es un teatro convencional. En sus espectáculos, generalmente el diseño de todo lo que tenga que ver con luces y sonido depende mucho de la escenografía y hay que pensar un montón como realizar las instalaciones porque donde generalmente uno pone parlantes o luces en un escenario convencional en Fuerza Bruta puede que pase una escenografía o baje una pileta”.
En el caso de Wayra (viento en quechua), hay música étnica -en los cuadros que presentaron en Personal hubo temas de Tonolec-. “se trabaja mucho con lo étnico, con fusión electrónica. Hay mucha gente trabajando en eso, se mezcla mucho y es muy rico lo que surge, es casi magia” definió al respecto.
Y concluyó que “si bien mi trabajo es básicamente previo a los shows, la experiencia de ver el espectáculo es incomparable”.