La Armada confirmó este martes que además de analizar un indicio del ARA San Juan a 940 metros de profundidad, en la madrugada del 15 de noviembre hubo ocho comunicaciones satelitales, de voz y datos, desde el submarino antes de desaparecer.

En ellas se reportó una avería por el ingreso de agua salada por el snorkel al sector de baterías en la proa, lo que generó un cortocircuito y un principio de incendio, que luego fue subsanado, según indicó el vocero.

“Son todas las comunicaciones desde el momento que tuvo esta falla”, indicó Enrique Balbi, vocero de la Armada. La última fue desde las 07:19 hasta 07:26 horas del 15 de noviembre. Luego se perdió todo contacto con el submarino.

“No era una emergencia, era una falla informada que fue subsanada, controlada. Siempre llamó la atención que no hubo tiempo para otro indicio”, expresó Balbi.

El vocero reconoció las llamadas luego de que a través de distintos medios nacionales se filtrara los registros de la empresa Tesacom, que audita las líneas satelitales Iridium, que es uno de los tres sistemas de comunicación que tiene el buque argentino.

Las llamadas son en una franja horaria en la que los tripulantes mantenían su derrotero como estaba previsto. Todas del 15 de noviembre entre la 1 de la mañana y las 7.36. La más extensa duró 800 segundos (más de 13 minutos), mientras que la más breve fue de 60 segundos. Fueron 55 minutos de diálogo con la base.

Agencias internacionales detectaron un ruido compatible con una explosión tres horas después de su última comunicación y en la ruta que el submarino recorría por el Atlántico Sur, a unos 430 kilómetros al este de las costas patagónicas argentinas y unos 1.300 kilómetros al sur de Buenos Aires, indicaorn en la gaencia DPA.

El ARA “San Juan” había partido el 10 de noviembre de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, rumbo a su apostadero en la