Las expectativas de aprobar el convenio con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) La Plata para aplicar fotomultas renacieron en los últimos días en el oficialismo. Los bloques que conforman Cambiemos en el Concejo Deliberante acordaron solicitar un mayor porcentaje de la recaudación para el municipio, y el secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, realiza las gestiones para redondearlo.

El convenio, presentado el año pasado en el Concejo, establece que al municipio le correspondería el 40% de la recaudación de las fotomultas, mientras que otro 40% sería para la UTN y el 20% restante para la Provincia.

“Después de una charla que tuvimos en el espacio de Cambiemos, quedaron en hacer gestiones para mejorar el porcentaje que obtuviera el municipio. Y por lo que se estuvo comentando extraoficialmente, esas negociaciones habrían resultado de manera positiva”, dijo ayer a LA CAPITAL el concejal Alejandro Carrancio, de Crear, uno de los bloques que integran Cambiemos.

Junto con su compañero de bloque, Lucas Fiorini, Carrancio consideró que, si bien otros municipios establecieron convenios con esos porcentajes, el caso de General Pueyrredon es distinto por la cantidad de cámaras que pondrá y la población que posee.

La negociación es a dos puntas: con la Provincia y con la UTN. El gobierno aspira a incrementar el porcentaje de recaudación del municipio con una pequeña tajada de cada una de las otras partes involucradas en el convenio. Los concejales creen que el acuerdo final puede ubicarse más cerca del 50 que del 60%.

“Al principio no querían ni discutirlo, lo que nos parecía una actitud de cerrazón y hasta nos preocupaba porque no era muy transparente que sucediera eso –recordó Fiorini–. No estábamos dispuestos a que se aprobara un sistema que después iba a quedar fijo y que no era bueno para las arcas comunales y, por lo tanto, para los marplatenses”.
Según el edil, lo más importante es que “la prestataria ceda un porcentaje”, pero no descartó que la Provincia también pueda hacerlo.

Además de este aumento, Carrancio y Fiorini formularon otros dos pedidos para dar el visto bueno al expediente: que los radares fijos sean implantados en los lugares de mayor siniestralidad, para que quede demostrado que las fotomultas no tienen un fin recaudatorio, y que se afecte un porcentaje a la infraestructura vial, como el arreglo de calles y semáforos.

Los pedidos llegaron a generar roces con el intendente Carlos Arroyo, que insistió una y otra vez en la necesidad de que los concejales aceleraran el trámite legislativo de las fotomultas. Era un mensaje al propio interbloque oficialista, que tiene, y seguirá teniendo después del 10 de diciembre, mayoría en el Concejo.

El lunes podría ser un día clave para destrabar el proyecto. Ese día se reúne la comisión de Legislación, dominada por Cambiemos. En caso de que Mourelle remita alguna información positiva sobre el resultado de sus gestiones, los concejales darían su consentimiento para que el trámite prosiga y el proyecto pueda ser aprobado en sesión ordinaria antes de fin de año.