Mar del Plata, la mimada del gobierno provincial
por Gerardo Gómez Muñoz
Tantas veces en víspera del verano, los sucesivos gobiernos bonaerenses prometían medidas y atenciones para Mar del Plata, indudable centro provincial del turismo, que tantos preanuncios que ahora llegaban a través de la prensa con mayor insistencia, crearon alguna expectativa mayor. Sin embargo la desconfianza seguía siendo mayoría.
Este periodista con casi 50 años de tarea profesional vinculada con el quehacer de la ciudad y la inquietud de sus habitantes y con la vida política, no fue tampoco en esta ocasión menos desconfiado. Aprensión generosamente alimentada por los incumplimientos de los que hace gala desde el día de su asunción el gobierno de Mauricio Macri.
Largamente septuagenario el hombre al igual que miles de los habitantes de esta gran ciudad, merecían esta satisfacción. Y fue una mujer, María Eugenia Vidal, la que dando la cara ante la gente de Mar del Plata, junto al mar y con escenario tradicional pero en plena renovación como el Torreón del Monje, la que nos vino, no a prometer, sino a enumerar una serie impresionante de medidas puestas en marcha, concertadas, comprometidas y firmadas para esta temporada turística y las venideras.
Un paquete que pone al alcance del turismo en general y del más modesto compatriota a través de créditos posibles. Y como colofón y poniendo límites a una realidad que de seguir creciendo como hoy, afectaría seriamente a la economía del país. El flujo de argentinos llenando las playas de Brasil y de Chile desde este verano cambiará, porque nuestros costos serán más asequibles en un 40 por ciento, que las playas de Brasil y Chile.
Más ciudadanos que políticos
No es una época ésta de lucimiento de los políticos en general, ojalá que su representación abandonada, en gran medida, sea ocupada por los simples ciudadanos preocupados por los problemas de la comunidad. Hay muchos ejemplos que abonan esta afirmación. Basta señalar datos de estos días como los que preocupan a Alejandro Ferro que si bien es concejal por Acción Marplatense, hace muchos meses salió a interesar a su bloque y al Concejo Deliberante en el reclamo ante el gobierno provincial de la parte del Fondo del Conurbano para el municipio marplatense.
Alguna concejal oficialista, rápida para los mandados se apuró por abortar la iniciativa porque sobraban fondos y vituallas que venían de la Nación y la Provincia, señalaba cuestión de pedestre celo político, porque ahora y por otras vías de nombre distinto, la gobernadora Vidal está pidiendo dineros que deberían provenir de aquella operación. Ferro volvió por la reparación a favor de la cual se movilizaron, apoyando, distintas entidades profesionales, sindicales y de bien común, porque está claro que es racional el reclamo.
Circunvalación
Otro tema similar plantea la impostergable necesidad de dotar a nuestra ciudad de la avenida de circunvalación para que, simplemente, deje de ser la única ciudad de la densidad y necesidades de la nuestra, que carezca de un medio que agilice y modernice el tránsito como una avenida que atraviese la ciudad rodeándola. El dirigente de la Uocra salió con inteligencia, hace algunas semanas, a interesar al propio ministro del área y a otros funcionarios. El ingeniero José María Conte, ex secretario de Obras Públicas de gobiernos radicales y de Acción Marplatense, anduvo hace años con esa preocupación que no pudo concretarse, ahora se sumó en la inquietud. Y otra podría agregarse con Gustavo Pulti que también gestionó el tema.
El padre del inteligentísimo hijo concejal que quiere ubicar en su sucesión, con el atraso habitual de su asesor “Pirincho”, fue advertido que no podía estar ajeno al tema y sí, después de unas semanas, consiguió un foto con el delegado zonal de Vialidad para poder decir que el intendente Arroyo estaba interesado y gestionando la avenida de circunvalación “con el delegado zonal de Vialidad”… Claro algunos ciudadanos ya estuvieron antes con ministros hablando del tema de la avenida de circunvalación.
Borrando con el codo
El maquiavélico arte de escribir con la mano y borrar con el codo tiene algunos requisitos esenciales, unas condiciones de borde que hay que respetar para no caer en la contradicción flagrante que tanto acerca al ridículo. Primero que nada hay que tener memoria. También hay que evitar firmas al pie de lo que se piensa desconocer y, sobre todo, no dejar copias firmadas. Nada de esto tuvieron en cuenta el intendente Arroyo y su secretario de Hacienda de Lanús cuando, el mismo furioso día en el que ordenaron a la infantería policial desalojar rudamente una protesta en la sede de la Secretaria de Desarrollo Social, embistieron contra la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Municipales recriminándoles cobrar los salarios que deben percibir como agentes del Estado local sin concurrir a los lugares de trabajo.
Más allá de la simpatía o antipatía que esos dirigentes, o su labor gremial, puedan generar en cada quién, está claro que no resulta fácil imaginarse de que vivirían si no percibieran salarios ni como llevarían adelante su tarea si no se dedicaran a ella. Además de la tarea propiamente sindical, desde áreas de asistencia social, hasta asesoramientos y proveedurías diversas para los demás empleados, hacen a la tarea de los responsables del STM.
Quien no es rico, puede vivir sin salario de una sola manera: robando. Suponemos que los planteos suscitados no esconden esa sugerencia. Sin embargo se les pidió que el sindicato devuelva en “jardines de infantes” lo que percibieron como salarios, “34 años cobrando sin trabajar equivalen a un jardín por año”, dijeron con tono dolido. Lo que ninguno de los dos se acordó es que el año pasado firmaron un convenio colectivo, con esa misma dirigencia, que en su artículo 83 autoriza el cobro íntegro de los haberes con goce de licencia por la actividad gremial. Gil Muro, sentado al lado de ambos, Vicente y el propio Arroyo son firmantes del acuerdo que ahora desconocen.
Habrá quien diga que este intendente que ahora dice lo contrario de lo que firmó es el mismo que dijo que iba a bajar las tasas que aumentó. Y es también el mismo que nombro más de 120 funcionarios políticos para gestionar un municipio que había prometido conducir con 25. Es cierto. Pero no deja de llamar la atención cierta vocación por desconocer lo comprometido y desvirtuar la confianza. Nadie sabe si en jardines de infantes o en otras especies, pero es muy poco probable que la dirigencia gremial, ahora cascoteada, quiera cobrar muy pronto al intendente beligerante su falta de coherencia. Por lo pronto ya se hizo correr un dato curioso: en Vicente López, municipio conducido por Jorge Macri, está vigente la misma condición de cobro sin asistencia que aquí, un torpe codo, quiso borrar.