Familiares y amigos de las víctimas del triple crimen de Cipolletti volverán a marchar hoy por esa ciudad rionegrina, al cumplirse 20 años de los asesinatos, para reclamar justicia plena.

Las hermanas María Emilia González, Paula González y su amiga Verónica Villar habían salido a caminar la tarde del domingo 9 de noviembre en las afueras de la ciudad y sus cuerpos fueron hallados semienterrados días después en un descampado.

Organizaciones sociales y familiares de las víctimas se convocaron hoy a un acto a las 17 en torno a la plaza San Martín para no olvidar, para mantener la memoria y reclamar justicia plena.

La organización e Mujeres en lucha de Cipolletti sostuvo que “estos fueron 20 años de dolor y de impunidad, pero también 20 años de conciencia y lucha feminista”.

“Cipolletti no volvió a ser el mismo lugar después de aquel 11 de noviembre. Quienes sentimos propio el dolor y la injusticia en ese momento tampoco volvimos a ser los mismos”, expresó en un comunicado la entidad.

Las tres mujeres, de 17, 22 y 24 años salieron a caminar luego de una jornada de estudio por la zona de Circunvalación y San Luis pero como no volvieron esa noche las familias denunciaron su desaparición en la comisaría del barrio La Paz.

Los cuerpos fueron hallados por el chofer de un transporte escolar que paseaba a su perro en la zona de Los Olivillos, a un kilómetro del sitio donde habían sido vistas por última vez.

La adolescente Paula González presentaba dos disparos, su hermana uno en la cabeza y la amiga de ambas recibió una puñalada en el cuello y que se ahogó con su propia sangre.

Las tres mujeres estaban atadas con cordones de zapatillas, amordazadas y tenían marcas de golpes en todo el cuerpo.

Si bien ninguna había sido víctima de abuso sexual, la justicia tardó años en encarcelar a los acusados.

Agustina Bonetti, hija de María Emilia González, recordó hoy en diálogo con el diario La Mañana de Neuquén que a medida que fue “creciendo era testigo de cómo mi abuelo (Ulises González) corría de un lado para otro porque era él quien estaba al frente de todo”.

“Fue difícil saber que nadie hizo nada, ni la Policía, ni la Justicia y que el juez avaló todos los errores que se cometieron. Mi mamá tenía muchos sueños, siempre se hizo cargo de todo y la verdad es que me hubiese gustado conocerla más, pero me la arrebataron”, lamentó la joven.

El triple crimen de Cipolletti terminó con un único condenado: Claudio Rodolfo Kielmasz, actualmente detenido en una cárcel federal de Río Gallegos.