BUENOS AIRES.- La fiesta de Lanús por su llegada a su primera final de Copa Libertadores trocó en dolor con la muerte de Ramón Cabrero, un símbolo del club que lo instaló entre los grandes del fútbol y lo llevó como entrenador a su primer título en 2007.

Cabrero, emblema granate y quien se desempeñaba como secretario técnico y permanente hombre de consulta, murió esta madrugada cuando apenas le faltaban diez días para cumplir los 70 años.

Ramón Armando Cabrero Muñiz había llegado con cinco años desde su Santander natal para hacer de Argentina su patria y de Lanús su pago chico.

Cabrero, futbolista y entrenador del club, se recuperaba de un ACV que había sufrido en marzo pasado.
Seguramente muchos de los que vibraron en la fiesta de anoche horas después habrán llorado a ese hombre canoso que en 2007 sacó a los vecinos de Lanús, futboleros o no, a la calle para festejar que el club del barrio había salido campeón tras 90 años de historia del la institución.

“Lanús lamenta profundamente el fallecimiento de Ramón Cabrero, entrenador campeón con nuestra institución en el torneo Apertura 2007”, expresó el club desde su cuenta oficial en Twitter.

Se formó como futbolista en el granate, donde debutó profesionalmente, para luego pasar por Newell’s Old Boys, Atlético de Madrid, Elche, Mallorca, San Martín de Mendoza e Independiente Rivadavia.

Igual siempre volvió a Lanús, a la casa ubicada a cinco cuadras de la cancha. Y cuando el “grana” fue campeón jamás se sintió ilustre sino “un vecino más” del barrio, como solía decir.

Fue ese Apertura 2007 el de su consagración como símbolo del club con el equipo en el que brillaron José Sand, Lautaro Acosta y Diego Valeri, entre otros.

“Ramón es un poco el fundador de todo ésto, me trajo acá, estamos muy dolidos. Todo lo que él hizo por el club, los jugadores que sacó. Siempre ayudando, dando su mano, siempre apoyando, nunca una crítica”, lo recordó Sand, goleador de ese torneo, en una entrevista con TyC Sports.

Ante esta lamentable noticia, la institución suspendió el entrenamiento del plantel profesional de fútbol, al igual que todas las actividades en el club, y más allá de que no hubo velatorio, el cortejo fúnebre que trasladó los restos de Cabrero pasó por la puerta del estadio de Lanús.

Además del campeonato obtenido en 2007, Cabrero le había dado el título de Primera B y el ascenso a Primera División a Deportivo Italiano en 1986.

También fue destacado su trabajo en las divisiones inferiores de Lanús, donde formó a muchos de los jóvenes a los que sacó campeones en Primera y a varios más que luego se destacaron en el fútbol nacional e internacional.

Incluso se lo podría considerar formador de entrenadores, ya que su ayudante y luego sucesor en el banco del conjunto de Arias y Guidi fue Luis Zubeldía, quien en 2007 tenía tan solo 26 años y había debido retirarse como futbolista por una serie de lesiones.

Apenas si el entrenador Jorge Almirón cumplió con el día después del partido para hablar de fútbol, sobre la “increíble” victoria sobre River, en lo que fue “el partido más importante de la historia del club” según su presidente, Nicolás Russo.

“Los jugadores estaban convencidos. En el entretiempo, pese a todo, nos teníamos mucha fe, más allá del resultado”, valoró Almirón.

Almirón es el entrenador que tiene a mano la chance de cerrar en la Libertadores el ciclo más exitoso de Lanús, ese que empezó con el envió que le dio Cabrero allá por 2007.