Con su rechazo a concederle al Ejecutivo la facultad de ampliar o reducir en un 20% el área de estacionamiento medido, el concejal radical Nicolás Maiorano contradijo abiertamente al secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, quien semanas atrás había pretendido desmentir que la gestión del intendente Carlos Arroyo hubiera propuesto implementar esa medida.

“No hay dentro del proyecto de ordenanza elevado la posibilidad de que se establezca una nueva calle o una nueva arteria con este sistema” había asegurado el funcionario.

Vicente formuló aquellas declaraciones durante algunas entrevistas concedidas para refutar a los medios que -entre ellos a LA CAPITAL- habían informado que la propuesta presentada en el Concejo Deliberante contenía un pedido para autorizar al Ejecutivo a modificar hasta en un 20% la zona de estacionamiento medido.

El intento de desmentida del secretario parece haber llegado definitivamente a su fin esta semana, cuando finalmente el proyecto comenzó a ser tratado por la comisión de Transporte y Tránsito y los concejales debieron expresar sus posturas.

La objeción más resonante partió del presidente de la comisión, Nicolás Maiorano, quien expuso el significado del artículo que Vicente había pretendido disimular.

Pasando por alto el camelo del secretario, el concejal de la UCR planteó con claridad su rechazo al intento de modificar el área medida a través de un proyecto de ordenanza que al mismo tiempo busca cambiar el actual sistema de cobro.

Según dijo, si el Ejecutivo pretende tarifar el estacionamiento en nuevas calles, debería presentar un proyecto específico y no tratar de obtener esa atribución de una forma solapada. “La verdad, así no se puede hacer”, protestó.

El proyecto que presentó semanas atrás el gobierno plantea como primera medida reemplazar al actual sistema de cobro de la tarifa por uno nuevo desarrollado por el área de Informática de la comuna.
Según el Ejecutivo la idea es poner en funcionamiento un nuevo software que les permita a los usuarios adquirir horas sin la necesidad de comprar tarjetas o de enviar mensajes de SMS.

En su primer artículo el texto plantea la incorporación del nuevo sistema, mientras que en el segundo ratifica que la zona medida seguirá siendo la comprendida por las calles España, 25 de Mayo, Buenos Aires y la avenida Colón.

Pero la principal novedad aparece en el artículo 3, en el cual se señala que el Ejecutivo podrá “ampliar o reducir el espacio destinado a estacionamiento por tiempo medido tarifado hasta en un 20% del existente en los lugares y la oportunidad que considere conveniente”.

Semanas atrás, en una misma entrevista en la que negaba la posibilidad de tarifar el estacionamiento en nuevas zonas, Vicente reconoció la existencia del artículo 3 argumentando que su contenido no hacía más que concederle al Ejecutivo una atribución que ya estaba “establecida en el anterior sistema”.

Pero la verdad es que la ordenanza actualmente vigente dispone que el “Ejecutivo podrá modificar, ampliar o reducir el espacio” de estacionamiento únicamente con “previa autorización del Concejo Deliberante”.

Por esa razón Maiorano planteó ayer su negativa a concederle esa facultad “discrecional” al gobierno. “No se la di al anterior. No se la voy a dar a este por una cuestión de coherencia”, dijo y pidió que si la gestión de Arroyo pretende ampliar el estacionamiento medido exponga un proyecto concreto en el Concejo Deliberante, explicando “cuáles son las calles y los motivos”.

Problemas de gestión

Si bien desde el gobierno negaron que el plan consista en establecer el sistema en las calles Güemes y San Juan, se sabe desde hace tiempo -incluso desde antes de la gestión de Arroyo- que la comuna viene analizando la posibilidad de tarifar el estacionamiento en esas dos zonas de la ciudad. De hecho, el pedido de autorización para ampliar el área en un 20% con respecto a la existente “en los lugares y la oportunidad que se considere conveniente” alcanzaría para imponer el sistema en ambas arterias y en sus calles adyacentes.

En la actualidad el estacionamiento medido se implementa sobre un área que comprende unas 100 manzanas, dentro de las cuales -según información de la División de Estacionamiento Medido- existen 3481 dársenas.

La propuesta de modificar el sistema de cobro y el pedido para sumar más zonas, se produjo en un momento en el que además, la Municipalidad registra una notable pérdida de beneficios por la explotación del sistema.

Los números surgidos del área de Informática a los que tuvo acceso LA CAPITAL sugieren que la gestión de Arroyo tiene serias dificultades para operar y controlar el sistema, al punto tal que tanto la cantidad de horas vendidas como las multas labradas por no pagar la tarifa cayeron en picada durante los últimos dos años.

Los datos disponibles muestran que cuando el municipio implementó el sistema de cobro actualmente en uso, dejando atrás las boletas de papel, la cantidad de horas vendidas pasó de las 1.314.400 correspondientes a 2012 a 4.869.927 en 2013, registrando un crecimiento interanual del 270%.

Desde entonces el número siguió en ascenso, con 6.492.647 horas vendidas en 2014 y 6.676.712 en 2015.
Sin embargo en 2016 el número se desplomó a 5.530.298 horas, es decir, un 17,17% menos que durante el ejercicio anterior.