En el marco del premio Aemprender, reconocimiento que brinda la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar del Plata a jóvenes empresarios de la ciudad, LA CAPITAL dialogó con algunos de los 90 finalistas que competirán por un lugar asegurado en concursos provinciales y nacionales de similares características.

Con la bandera de la juventud como denominador común, los emprendedores se destacan tanto por la innovación y creatividad presente en sus propuestas como por la determinación de querer combinar la profesión con la pasión. “Quería hacer algo que me gustara”, suena en cada una de las respuestas de los protagonistas.

Cansados de trabajar bajo contrato de dependencia o ansiosos por poner sus ideas en desarrollo tras una búsqueda laboral sin éxito, cientos de jóvenes -el concurso tuvo más de 300 inscripciones- volcaron sus esfuerzos a la concreción de proyectos gestados, inicialmente, en charlas con amigos o ante una propia necesidad insatisfecha.
Así las cosas, se destacan en ámbitos que van desde el turismo hasta la gastronomía, pasando por la construcción sustentable, la cerveza artesanal y la vida nocturna local, entre otros.

La lente puesta en la ciudad

En la mayoría de los proyectos presentados se puede observar una búsqueda constante por evidenciar la marca marplatense. Marcados por la identidad local, algunos de los emprendimientos que participaron del concurso se orientan, casi exclusivamente, a destacar las atracciones de la ciudad e invitar a recorrerlas de maneras poco tradicionales.

Paseos Aéreos MDQ y Foto-Tour son sólo algunas de las posibilidades que escapan a las experiencias habituales de las que suelen participar los turistas que visitan nuestra ciudad.

Así, por ejemplo, Foto-Tour consiste en circuitos guiados fotográficos por la ciudad, que incluye previamente un taller breve sobre composición de fotografía para viajes. El mismo se dicta en un espacio cerrado y al finalizar comienza la guiada que se realiza de manera peatonal.

Su creadora, Melina Araldi (25), aseguró que la idea surgió en su búsqueda de querer combinar sus dos pasiones y profesiones: el turismo y la fotografía.

“Hoy por hoy creo que el emprendedor joven está buscando otros caminos y salir de la estructura tradicional de tener un trabajo en relación de dependencia. Muchos queremos ser nuestros propios jefes; queremos ser los que tomamos los riesgos”, aseguró.

Una necesidad, una oportunidad

Hace cuatro años, Sebastián Vekselman (26), por ese momento aún estudiante de Ingeniería Industrial en la ciudad, tuvo una idea mientras organizaba un partido de pádel con amigos. “No quería llamar por teléfono a la cancha y pensé: ¿por qué no hay una aplicación para esto”, recordó.

Así comenzó “Alquilá Tu Cancha”, una aplicación para conseguir on line turnos para jugar al pádel, básquetbol, fútbol y tenis. Disponible desde junio, la misma ya cuenta con más de dos mil descargas y la información de 35 canchas.

“De toda la información que recopilamos fuimos construyendo también un software de gestión que destacamos por sobre la aplicación, porque lo que permite es que los complejos puedan administrar el trabajo interno: empleados, cajas, reservas, entre otras cosas”, indicó, destacando que “algunos siguen utilizando la metodología del lápiz y el papel”.

Actualmente, Vekselman trabaja en conjunto con Juan Pablo Barreto, ingeniero en sistemas. Ambos concuerdan en que resulta importante plantearse metas a corto plazo y comprometerse a cumplirlas. Ya con el proyecto en marcha su objetivo es cubrir el 50 por ciento del mercado, que contempla a un centenar de establecimientos deportivos.

Dejar todo y arriesgar

Sebastián Lima (32) trabajaba en una empresa de telecomunicaciones antes de abrir Mr. Beer, tienda para comprar cerveza artesanal tirada para llevar. En una charla con Nicolás Rodríguez, su amigo de toda la vida y actual socio, comenzó a gestarse la idea de “subirse a la ola cervecera”, aunque fue necesario el empujón para lanzarse definitivamente al proceso.

“Me fui de vacaciones a Europa donde recorrí varias de las capitales cerveceras y cuando volví le dije a Nicolás que teníamos que arriesgarnos, que no podíamos tener miedo a superar esa barrera”, señaló. Tiempo después, ambos jóvenes renunciaron a sus respectivos trabajos y se abocaron de lleno al proyecto que rondaba sus cabezas desde hacía tiempo.

“Hoy nosotros agradecemos habernos animado porque más allá de estar trabajando de algo que nos gusta, y de crecer como proyecto de negocio, conocimos muy buena gente del ámbito”, aseguró.

La idea de ambos jóvenes es seguir expandiéndose a nivel provincial, sobre todo en localidades cercanas de la costa. Mientras ese proyecto ya está en marcha, Lima adelantó que para este verano se encuentran armando un Beer Truck para acercar su propuesta a otras personas. “Nuestra idea es seguir creciendo”, aseguró entusiasmado.

Grandes esfuerzos, equipos chicos

Emprender un proyecto propio implica también asumir la responsabilidad de prácticamente todas las etapas del proceso.

De ello da cuenta Melissa Scaccheri (30), creadora de Revista Cúrcuma, una revista con sello marplatense dedicada exclusivamente a la gastronomía. Con una edición impresa que contó con importantes personalidades como los hermanos cocineros Roberto y Christian Petersen, y otra en camino, la joven comunicadora social aseguró que todo se trata de “grandes esfuerzos” incluso cuando de equipos chicos se trata.

“Uno tiene que hacerse cargo de todo. Yo salía a buscar publicidad para un producto que todavía no existía. Y sí o sí tenía que ir yo, nadie lo iba a vender como yo podía porque básicamente era la única que confiaba tanto en mi proyecto”, señaló, justificando la razón por la que debió renunciar a su trabajo de secretaria para abocarse de lleno a su proyecto.

Si bien cuenta con la colaboración de una fotógrafa y una diseñadora gráfica, la directora y encargada de realizar todos los contenidos de la revista es Melissa.

Sin embargo, desde que surgió la idea de Cúrcuma la joven supo que el camino no sería fácil.

“Además de las dificultades económicas, la debilidad quizás más grande es que uno se encuentra muy solo. Al empezar me di cuenta de que tenía que estar en todos lados: conseguir las notas, viajar a Buenos Aires, hacerlas. Si me decían que tenía que estar a las 2 de la tarde, ahí tenía que estar a esa hora, no me podía perder una oportunidad”, aseguró.

Hoy, con el proyecto ya en marcha, Melissa mirá con orgullo hacia atrás. “A veces no puedo creer que hice una revista. Los miedos por supuesto que siempre están, hay muchos altibajos porque todo implica mucho esfuerzo, pero el otro día encontré una libreta vieja donde había anotado algunas metas para la revista y me emocioné porque había cumplido todas”, señaló.

Por último Melissa aclara que la identidad local para ella es fundamental, por lo que existe una pregunta que se le hizo -y hará- a todos sus entrevistados: “¿Qué te gusta de mi ciudad?”, señaló. “La idea es no sólo fomentar la gastronomía, sino también el turismo porque la revista sale tanto en Mar del Plata como en Buenos Aires”, agregó.