El Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 absolvió a un hombre de 33 años que había llegado a juicio acusado de haber intentado matar a su pareja embarazada de 7 meses durante una madrugada de 2016 en una casa del barrio San Martín en medio de una discusión vinculado al consumo de drogas. Para los jueces el hecho no pudo ser probado y, además, la mujer reconoció que la denuncia era falsa y que ella se autolesionaba.

Los jueces Aldo Carnevale, Pablo Viñas y Facundo Gómez Urso, de manera unánime, consideraron que durante el debate no quedó acreditado “el hecho en su exteriorización” y, además, ordenaron que la sentencia sea remitida a algún Tribunal de Familia para que analizaran la situación de los cuatro menores que viven con la pareja, por estar inmersos también en medio de un contexto de drogas y violencia y porque, según quedó evidenciado en el debate “lo niños desaparecen como objeto de interés y cuidado para la pareja, lo que se extendía al compromiso de que asistieran al colegio”.

El hecho ocurrió el 2 de agosto de 2016 en una casa ubicada en Echeverría al 2200 donde vívían el hombre acusado, la mujer embarazada de 7 meses y tres niños hijos de ella. Según la hipótesis que el fiscal Alejandro Pelegrinelli no pudo probar, cerca de las 5 de la madrugada el hombre le gritó a la mujer “¿ya te querés ir, puta?” y, con la intención de ocasionarle la muerte, la tomó de los cabellos, puso su cabeza sobre una mesa y la asfixió, para luego, en una habitación, pegarle con un palo de escoba, exigirle que saliera a comprar cigarrillos y darle patadas en la cara.

Siempre según la hipótesis del fiscal, el hombre llevó a su pareja de los pelos a la cocina y cuando la mujer intentó salir de la casa, tomó un pedazo de vidrio de una ventana roto y apuñaló al hombre en el estómago, hiréndolo de gravedad.

“El análisis de la prueba rendida durante el debate dista, del propuesto por el fiscal, llevando, como lo hemos resuelto por unanimidad, a la absolución del acusado por no haberse acreditado que los hechos sucedieran conforme al relato acusatorio”, expresaron los jueces al justificar la absolución.

Para los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 es clave entender el contexto de drogas y violencia en el que la pareja vivía. La mujer declaró que consumía cocaína, marihuana y crack desde los 14 años. Por su adicción sufría ataques de furia, en los que se lesionaba, cortaba y se tiraba del pelo hasta lastimarse. Esto fue confirmado por el padre de la mujer, por ella misma y por peritos durante el debate.

La pareja se conoció en 2014, durante dos años se drogaban cotidianamente, discutían y se peleaban. Los chicos que vivían con ellos nunca fueron una prioridad y por eso ser común que faltaran al colegio. “Teníamos una mala calidad de vida”, declaró la mujer, quien también reconoció que la denuncia que se hizo era falsa, que ella se autolesionaba y que en estos momentos la pareja retomó la relación: “Ahora no nos drogamos, no nos alcoholizamos, conocimos un poco más el compañerismo y el trato con nuestros hijos“.

“Ahora es el día y la noche, cambió mucho, está mucho mejor”, expresó el padre de la mujer durante el juicio.

La pareja se hallaba sumergida en las drogas. La mujer se lastimaba cuando no tenía más cocaína o crack para consumir, una vez llegó a pegarle a su propia madre. En una oportunidad lo denunció a su pareja por haberle pegado. “Fue por bronca, no era verdad”, contó.

Para los jueces, lo que sí quedó demostrado por los testimonios de testigos, del imputado y de la mujer, es que ese 2 de agosto, ella intentó irse de la casa para buscar droga a la Villa 35. “No hubo intento de ahorcamiento del imputado sino, por el contrario, una controversia verbal y , en parte, física, como las que se daban diariamente entre ambos”, dicen los jueces y agregan: “Las cicatrices eran producto de tirones de pelo, rasguños y cortes que ella se provocaba, esa noche había consumido cocaína y alcohol, parte de las lesiones informadas fueron ocasionadas por los forcejeos con el imputado, porque él no quería que ella fuera a comprar drogas a la villa esa madrugada”.

Algo que también destacaron los jueces, es que a 48 horas del hecho la mujer fue a la fiscalía para pedirle la libertad de su marido, para decir que la denuncia era falsa, que las lesiones se las hizo ella. Una de las peritos que declaró en el debate, confirmo que las lesiones auto infringía la mujer y que, de todas maneras, “las heridas no pusieron en riesgo la vida de la persona”.

Ante este panorama, los jueces concluyeron absolver al hombre por no quedar acreditado “el hecho en su exteriorización”.