La persona que asesinó a Nélida Terenzano (76), la mujer cuyo cadáver apareció en una dependencia del golf Los Acantilados, la golpeó en el rostro antes de ahorcarla con una sábana.

Ese dato surge del informe forense preliminar efectuado después de la operación de autopsia y que ya está en poder de la fiscal Andrea Gómez, quien está al frente de la investigación del crimen ocurrido en la tarde del lunes.

La autopsia además fijó el horario del deceso entre las 13 y las 16, período que coincide con la hipótesis inicial reconstruida a partir de algunos testimonios.

El cuerpo de Terenzano fue descubierto por otros trabajadores del Mar del Plata Golf Club Los Acantilados, después de que se activara una alarma en el sector de depósito de maquinaria y herramientas. Eso ocurrió cerca de las 17 del lunes y Terenzano apareció en el piso de la vivienda que ocupaba en esas instalaciones.

Para los investigadores no está confirmada aún la hipótesis del robo, pero es la que más solidez posee por estas horas. Vale recordar que la pequeña habitación en la que vivía la víctima presentaba un gran desorden que no fue producto de forcejeos o peleas.

Cuando la policía llegó al lugar encontró el cuerpo de Terenzano en el centro de la habitación. Estaba boca abajo y con una frazada enroscada en su cuello. Lo primero que pudo observarse en el cadáver fueron signos de golpes en la cabeza y el rostro. También la ropa corrida aunque la víctima presentaba su ropa interior colocada.

Los golpes que fueron corroborados por los peritos forenses demuestran un episodio de gran violencia, el que podría obedecer a que la mujer sabía quién era la persona que la estaba atacando. Este dato va en la misma línea que analiza la posibilidad de un encuentro pactado.

Varios cajones habían sido abiertos y sobre la cama había documentación y papeles evidentemente extraídos de algún mueble.

¿Encuentro?

Terenzano vivía hace algunos meses en el lugar en la casa que había quedado vacía tras el fallecimiento de su hermana. Esta última mujer prestó servicios para el club de golf en un rol similar al de una cuidadora. Al morir, su hermana ocupó la vivienda que está instalada sobre el perímetro del gran predio ubicado en calle 487 y 44 del barrio Los Acantilados.

De acuerdo a la información que manejan los investigadores, Terenzano podría haber recibido a una persona en su casa y un equipo de mate sobre una mesa podría ser la clave. También el hallazgo del teléfono celular de la mujer fue de gran ayuda para los peritos que en las próximas horas podrían entregar un informe de los últimos mensajes y llamadas.

Cuando los primeros trabajadores llegaron a la casa de Terenzano alertados por la alarma tuvieron que forzar la puerta porque estaba cerrada del lado de adentro. Y la llave no fue hallada. Es altamente factible que el autor del crimen se tomara el trabajo de cerrar la puerta y escapar con la tranquilidad que le da conocer los movimientos de ese sector del club.

También se analiza si el homicida escapó por la tranquera que se encuentra a poca distancia de la construcción que sirve como galpón, depósito de maquinarias y herramientas y vivienda.

Por otra parte, aunque no lo especificó, el informe forense se enfocaría en la participación de una sola persona.

Al cierre de esta edición no se habían producido avances de importancia en la causa y por ello agentes de la CDI local trabajaban para relacionar algunos de los rastros hallados en la escena del crimen con el relato de los testigos consultados en la misma tarde del lunes.