La modernización llegó para quedarse y con ella, arribaron las Nuevas Tecnologías de la Información y la comunicación. Estas tecnologías aceleraron no sólo la velocidad con que se transmite la información, sino que además influyeron en los procesos decisionales, económicos, políticos y culturales, en función de los cuales se desarrollaron.

Cuando nos sentamos al lado de nuestros hijos, sobrinos e inclusive nietos y observamos asombrados sus habilidades para la utilización de los diferentes dispositivos con gran facilidad, dinámica y docilidad, nos encontramos con lo que bien define el norteamericano Marc Prensky, fundador y director ejecutivo de Games2train (compañía de aprendizaje basado en el juego), como “nativos digitales”[i]. Son aquellos jóvenes que han nacido y se han formado en una era digital en donde las prácticas tradicionales como el diario, las enciclopedias, las novelas de texto y hasta inclusive los libros de papel paulatinamente pasan a formar parte de prácticas de estudio y recabado de información obsoletas y en desuso. Ellos desconocen y hasta descreen del “antes” de las tecnologías que utilizan prácticamente desde su nacimiento; son para ellos un verdadero derecho adquirido.

Según el autor, nosotros pertenecemos a una generación tradicionalista y estructurada, la cual se denomina “inmigrantes digitales”. Los inmigrantes digitales debemos con el tiempo ir aceptando la “invasión tecnológica”, somos personas formadas a través de prácticas convencionales como el aprendizaje unilateral, la formación con libros de textos, entre otras; además de eso estamos obligados a estar al día desarrollando con celeridad las habilidades digitales e interactivas del siglo XXI. Una de las premisas fundamental de los Inmigrantes Digitales es que dudamos que los niños puedan aprender, mientras realizan otras actividades como, ver televisión, escuchar música o estar conectados al chat, entre otras actividades.

Algunos sostienen que lo que separa a los Nativos Digitales de los Inmigrantes Digitales, es una cuestión etárea, basando esta afirmación en que, quienes han nacido en la época en la cual la tecnología comenzaba a tomar fuerzas y a difundirse (años 80 en adelante), son nativos. Otros aseveran que la diferencia está planteada por la accesibilidad a los bienes y productos tecnológicos (tanto materiales como simbólicos), a los cuales los individuos en particular han tenido acceso.

El impacto, como personas, ya sea “nativas o inmigrantes”, es la adaptación, el aprendizaje constante. La incorporación de las nuevas tecnologías trae indefectiblemente un cambio de hábitos y costumbres que abarcan todas nuestras actividades. Muchos las consideran como un desafío al cual no todos estamos preparados o nos resistimos para incorporarlas en nuestras vidas y otros las ven como una manera de adaptarse a estos cambios, pero la sociedad en general nos arrastra al uso de las mismas de la mano del desarrollo de nuevas habilidades que nos brinda este fenómeno que es la “inmigración digital”.

(*): Integrante de La Generación Mar del Plata